El sector floricultor es uno de los más impactados con el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos que entró en vigencia el pasado 15 de mayo. Para Antioquia y la subregión del Oriente, es estratégico este gremio en el acuerdo comercial, ya que la producción antioqueña de flores es el 19% del consolidado nacional, en 2011 Colombia exportó 1240 millones de dólares de los cuales 185 millones provenían del Oriente Antioqueño.
Por: Laura Zuluaga
TLC da tranquilidad al sector floricultor
La floricultura es la segunda actividad agrícola del país después del café. Durante varios años, la exportación de flores en Colombia estuvo muy relacionada con la demanda generada por las festividades norteamericanas de San Valentín, Pascua, Día de la Madre, Acción de Gracias y Navidad. Este país tiene al menos 300 millones de consumidores potenciales que representan el 76% del mercado de la flor colombiana.
Con la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio, explica Marcos Alberto Ossa Ramírez, director de la Regional Antioquia de la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores, Asocolflores, el real y puntual beneficio es que se tendrán condiciones comerciales definitivas y los floricultores no van a volver a pensar en el pago de aranceles para entrar el producto a los mercados internacionales.
Con las exenciones arancelarias obtenidas con el ATPDEA (Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de la Droga, por sus siglas en inglés), anualmente la floricultura ahorra entre 60 y 65 millones de dólares en impuestos, aunque por ser de carácter bilateral, el acuerdo dependía de situaciones políticas internas de Estados Unidos por lo que no se tenía una garantía constante de esos beneficios. Además, era un acuerdo condicionado por fechas límites cuyas prórrogas temporales dependía de la decisión del congreso estadounidense. Esto impedía que los productores y líderes de las empresas floricultoras colombianas iniciaran pactos comerciales a largo plazo con las empresas americanas. “Al floricultor le genera tranquilidad poder pactar acuerdos a más largo plazo. En este tiempo los líderes floricultores pueden estar definiendo el costo de la rosa para San Valentín del año entrante, ya saben que no va a ver problema con la entrada de la mercancía a Estados Unidos” dice Ossa Ramírez.
Otra de las oportunidades que garantiza el Tratado de Libre Comercio para este sector productivo es que en materia de importaciones pueden llegar al país insumos, productos y equipos necesarios para la producción de flores a un costo muy reducido y con cero aranceles.
Augusto Solano Mejía, presidente de Asocolflores, indicó que “tanto las preferencias arancelarias y la entrada en vigencia del tratado aseguran la permanencia de las flores colombianas en el mercado más importante que tiene la floricultura nacional, los Estados Unidos” esto sin descuidar los otros 89 países a los que se exporta la flor colombiana.
En el Oriente se requiere preparación para afrontar el TLC
El líder regional de Asocolflores, Marcos Alberto Ossa Ramírez, reconoce que al margen de los beneficios del histórico acuerdo comercial, también se requiere en el país y el Oriente Antioqueño condiciones importantes para garantizar la competitividad. La tasa de cambio y la revaluación constante de la moneda colombiana son uno de los puntos que más preocupan a este sector. “Hemos tenido revaluación durante 10 años y este año el dólar bordea los $1.700 pesos, así es muy difícil competir. Sin lugar a dudas la revaluación golpea la médula espinal de todos los exportadores y hasta de los mismos importadores porque les genera una cantidad de inventario que luego no saben que van a hacer con él”, comenta el directivo
Precisamente este tema de la revaluación, impide que con la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio se generen una cantidad significativa de empleos. No se trata de cuantos trabajos se han perdido si no de cuántos empleos hemos logrado conservar a pesar de la variación del valor de la moneda colombiana, comenta Ossa Ramírez. En el Oriente Antioqueño la floricultura es uno de los mayores generadores de empleo por hectárea de producción: 15.5% empleos directos y totalmente formales. En este sector hay contratos a término indefinido durante largo tiempo, con prestaciones sociales, primas, riesgos profesionales. Marcos Ossa, representante del sector, indica: “Tenemos el 85% de los trabajadores con vinculación a término indefinido y esto significa que el 55% de los costos de la producción es el componente laboral. Por eso nos afecta la revaluación, pues la misma mano de obra se nos convierte en un importante gasto de producción”.
Desde la Asociación se están iniciando una serie de procesos encaminados a aportar a una producción más eficiente y productiva, y que a su vez mejoren la calidad de vida de los trabajadores y los habitantes de la región. Se tienen proyectos de mejoramiento de vivienda, salud ocupacional, formación en emprendimiento y guarderías infantiles para los hijos de los trabajadores en convenio con el ICBF. A nivel comunitario, también hay una apuesta por apoyar procesos de recreación, formación, educación superior, deporte y cultura.
En el Oriente Antioqueño se tienen productos muy importantes que no se originan en otras partes del mundo y es necesario empezar a consolidar el gremio para promocionar las flores al cliente norteamericano. Por eso es importante la unión de los pequeños floricultores que trabajen productos iguales, para generar valor agregado del mismo y hacerlos atractivos a los clientes potenciales que llegarán con este TLC y con los que están próximos a firmarse.
Aunque Colombia continúa siendo el mayor proveedor de flores de los Estados Unidos, en los últimos años la flor nacional ha logrado promoverse en distintos destinos como Rusia, el Reino Unido, Japón, Holanda, España y Canadá. Desde está institución, la marca país Colombia Tierra de Flores y Proexport, han venido participando en las ferias de flores más importantes del mundo para promocionar el consumo del producto colombiano en países como Kazajstán.
Desde el sector floricultor del Oriente Antioqueño se le apuesta también a la realización de eventos académicos en los cuales se abordan temas de salud ocupacional, manejo de los recursos humanos, técnicas de agricultura, innovación tecnológica, formación empresarial y alianzas estratégicas comerciales. En estos espacios los líderes del sector de las flores socializan aquellos temas que preocupan con la implementación del Tratado de Libre Comercio y cómo se pueden preparar para los nuevos retos que este acuerdo impone. La necesidad real, expone Marcos Ossa, es el empoderamiento de la comunidad en el Oriente y su reconocimiento como los autogestores de su propio desarrollo y emprender iniciativas propias para eso. En términos generales el Tratado de Libre Comercio representa un reto para los distintos sectores productivos del país y la región del Oriente Antioqueño. Está claro que requieren de capacitación, formación empresarial y técnicas alternativas de producción para afrontar de un mejor modo los impactos de este histórico acuerdo comercial.
La preocupación ahora se centra en que se avecinan otros acuerdos comerciales con la Unión Europea y países asiáticos demandantes de alimentos, que exigen, independiente del sector productivo, una mayor capacidad de competencia económica y empresarial, además requieren del país infraestructura, tecnología, formación empresarial e investigación para competir a gran escala con las empresas extranjeras.
Fuente: www.orienteapress-com