Los presidentes Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro se reunirán el próximo lunes 21 de septiembre a las dos de la tarde en Quito, Ecuador. La información fue confirmada por el presidente Rafael Correa, principal intermediario en la disputa que enfrentan los dos países por el cierre de la frontera. Anoche el presidente colombiano confirmó su asistencia a la reunión.

La decisión ocurre luego de que Maduro cumpliera con los tres requisitos que Santos exiguió para aceptar la reunión. Se trata de la apertura de un corredor humanitario para los estudiantes que viven en Venezuela; permitir que las familias deportadas recuperen sus bienes y respetar el debido proceso de los migrantes. Estas condiciones, el mismo Santos lo ha aceptado, se han cumplido: “Estoy dispuesto a reunirme con el presidente Maduro para que tomemos decisiones y encontremos soluciones concretas que permitan tener una frontera sana y abierta”.
La relación, sin embargo, pasa por un momento de tensión. La decisión de ampliar el estado de excepción en 10 municipios fronterizos —tomada el martes por Nicolás Maduro— enfrió las relaciones y tensionó a las fuerzas de seguridad que operan en La Guajira y Arauca. Este último departamento amaneció ayer con la frontera bloqueada con talanqueras.

Frente al bloqueo en Arauca, los comerciantes respondieron que esta es una oportunidad para revisar la industria e “independizarse” de la economía venezolana, según dijo la presidenta de la Cámara de Comercio de Arauca, Gissela Garcés.

Aunque Maduro dijo que la medida se tomó “para restablecer el derecho a la paz, la tranquilidad y la prosperidad”, el presidente Juan Manuel Santos le respondió que “no es cerrando fronteras como se combatirán los problemas con el contrabando y las bandas criminales”.

Maduro repitió ayer que solo un encuentro puede resolver la crisis: “A la hora y el día que me digan voy a estar allí para hablar de los problemas de la frontera (…) Usted sabe muy bien que los problemas de la frontera no se resuelven viajando apuradito a Cúcuta o a Paraguachón. Se resuelven si usted y yo nos vemos”.

Para Enrique Serrano, analista internacional de la Universidad del Rosario, Maduro busca prolongar el conflicto con Colomnbi por intereses electorales: “El problema es de política interna en Venezuela. La relación conflictiva con Colombia ha sido una fuente de legitimidad para el gobierno venezolano. Esto guiado por asesores cubanos de Maduro; son ellos los que hacen la política menuda. Hay disidencias al interior del Partido Socialista Unido de Venezuela y esta crisis le puede servir a Maduro para fortalecerse para las elecciones de diciembre”.

La alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) también criticó la ampliación del estado de excepción: “Cuando faltan 81 días para elecciones, Maduro transforma la frontera occidental en una franja bajo estado de sitio. Pretende que los venezolanos que viven en la frontera voten bajo estado de excepción” dijo el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba.

Fuente: Elcolombiano.com

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