
Julio César Vélez Hurtado.
Especialista en Coaching
Por estos días comenzamos a ver movimientos políticos con fines electorales como consecuencia de los comicios locales y regionales que se llevarán a cabo el próximo 25 de octubre. Frente a este tema, ¿cuál es tu actitud como ciudadano en el escenario político?
Revisa con qué tipo de ciudadano sientes identidad y, al final, si aún no decides, tendrás algunos tips para tomar tu decisión.
Analizando el panorama de electores, encontramos en primer lugar al ciudadano indiferente, que es aquel que nunca inscribe su cédula, que le da lo mismo el uno que el otro, que nunca toma partido y todo le da igual porque no vive de la política.
Para este tipo de ciudadanos tengo una pregunta: Cuando algo no funciona en tu municipio, departamento o país ¿por qué te quejas?
Debes ser consciente de que otros están eligiendo por ti y muchas veces los intereses personales de los políticos y otros ciudadanos que sí votaron, terminan imponiendo sus ideas y proyectos ya que éstos sí eligieron. Vuelvo y pregunto: ¿para qué te quejas?
También existe el ciudadano visceral, que vende su voto a cambio de dádivas monetarias, alimentarias o recreativas en medio de las campañas electorales. Acá van mis preguntas para este tipo de ciudadanos: ¿Qué será mejor, tener un pequeño beneficio en campaña de manera individual o buscar acciones de mediano plazo para tu barrio o municipio sin que tengas que recibir beneficios individuales?
Por otro lado encontramos el ciudadano partidista, quien tiene su esquema arraigado a las tradiciones de los partidos políticos y a los lineamientos impartidos por los líderes o caciques de dichos movimientos. En éstos se encajan apuestas de poder y participación en la mermelada, ya que la gran mayoría viven de la política, lo que muchas veces ocasiona jugar la mejor estrategia aunque sea venderle el alma al diablo para no perder. Mis preguntas para estos ciudadanos: ¿será que los esquemas del partido que representan contienen la fórmula mágica para cambiar el rumbo de un país, departamento o municipio?, ¿habrá otros partidos con ideologías y propuestas que puedan ser tomadas en cuenta, incluso mejores a las de tu partido? ¿Será que los caciques de los partidos políticos no toman las decisiones pensando en sus propios intereses y no en los tuyos?
Así mismo hay ciudadanos de opinión, que no integran ningún partido, que simplemente van buscando su mejor opción y pueden votar teniendo en cuenta las diferentes propuestas que se presentan para tomar su decisión. Mis preguntas para estos ciudadanos: ¿será posible que no encuentres un perfil, propuesta o partido que se ajuste a tu pensamiento y te vuelvas un ciudadano indiferente?, ¿puedes encontrar tanta identidad con una propuesta que te vuelvas un ciudadano partidista?
En fin, podemos encontrar más tipos de ciudadanos, incluso con una mezcla de un poco de todo, pero para las personas que aún no toman una decisión o que quieren tener mayores argumentos a la hora de hacer una elección, acá les dejo algunos tips.
- La mejor decisión no se toma de manera apresurada; hay que tomarse tiempo para hacer análisis más profundos sobre las diferencias entre un candidato y otro.
- Cuáles son sus propuestas programáticas (las puedes buscar en entrevistas, ruedas de prensa, programa de gobierno, debates, entre otros).
- Revisa su trayectoria (hoja de vida, experiencia laboral, nivel académico, etc.).
- Identifica de quiénes está rodeado (trayectoria de sus asesores más cercanos).
- Indaga qué tanto conoce sobre tu sector de influencia (laboral, domiciliario y/o recreativo) y qué propuestas tiene para éstos)
- Finalmente, analiza en qué te identificas con cada uno (ideologías)
Estas son algunas pautas que puedes tener en cuenta para saber qué tipo de ciudadano eres frente al escenario político y hacer una buena elección. Recuerda que en tus manos está el poder de elegir al candidato que mejor represente tus intereses y que si no participas, estás dejando esta decisión a los demás. Si haces tu elección a conciencia verás que en la política no se bota, se vota.