En 2012, en la agenda de Alejandro Gaviria se leían temas tan sensibles como la aplicación de la eutanasia y la suspensión de fumigaciones con glifosato en Colombia. Tres años más tarde, las ideas que apuntó el ministro de Salud pasaron a un debate público y algunas se convirtieron en realidad. Algo similar sucedió con la Ley Estatutaria de Salud, sancionada por el presidente Juan Manuel Santos en enero de este año.
Son victorias que han sido reconocidas por organizaciones nacionales e internacionales. La semana pasada, por ejemplo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) concluyó que Colombia “presenta políticas efectivas y un sistema de salud bien diseñado. Los parámetros de salud están mejorando: la expectativa de vida es de 72,1 años para hombres y de 78,5 para mujeres, cuatro años menos del promedio registrado en la Ocde. La mortalidad infantil ha caído de 40 muertos por 1.000 nacidos, en 1970, a 12,8 por 1.000 nacidos en 2013”.
Sin embargo, detrás de estos reconocimientos existen problemas por resolver: la crisis financiera de los hospitales públicos, las fallas en la prestación de servicios de algunas EPS y la afectación del virus chikunguña en las regiones cálidas del país. En el caso de los hospitales, la Asociación Colombiana de Empresas Sociales del Estado y Hospitales Públicos (Acesi), señaló recientemente que las EPS les deben a los hospitales públicos del país 4,5 billones de pesos, lo que ha generado deficiencias en la prestación de servicios médicos.
EPS como Caprecom, Saludcoop y Savia Salud están en crisis financiera. La última, Savia Salud, ha tenido dificultades para operar en Antioquia y registra un déficit por 90.000 millones de pesos. De otro lado, la epidemia de chikunguña sigue ganándole la batalla al Ministerio. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Salud (INS), el mosquito ha afectado a más de 80.000 colombianos.
Para los ciudadanos de a pie, el sistema de salud presenta fallas de calidad. Basta observar casos como el del Hospital Universitario San Vicente Fundación, que hace unas semanas, por la falta de pagos por parte de algunos proveedores y de las EPS, canceló cinco cursos médicos que se desarrollaban de manera periódica.
En materia de retos sobresalen tres que son inmediatos: resolver la situación de Saludcoop y Caprecom, definir un nuevo plan de beneficios (como lo establece la Ley Estatutaria de Salud) y reglamentar la Red de Unidades de Atención de Cáncer Infantil. También será clave la interlocución con los centros médicos para que estos puedan aplicar la eutanasia a enfermos terminales que la soliciten.
En diálogo con EL COLOMBIANO, el ministro de Salud explica la dimensión de estos retos y su plan para mejorar las finanzas del sistema de salud colombiano, hoy en día afectado por la crisis financiera de centros médicos y EPS.
¿En qué estado se encuentra la reforma del POS (Plan Obligatorio de Salud)? ¿En qué consistiría, detalladamente, la lista negativa llamada Mi Plan?
“El nuevo plan estará más basado en exclusiones que en inclusiones. La Ley Estatuaria dio dos años para definirlo. Estamos trabajando en el tema. Esta semana tuvimos, por ejemplo, una misión de Alemania que nos está apoyando. En el tema de medicamentos, por ejemplo, es importante aprender a pagar no por todo, sino por lo que genera valor”.
¿Cómo se financia la implementación de la Ley Estatutaria de Salud?
“Primero hay que hacer una adecuada redefinición del plan, que disminuya los incentivos actuales a girar en contra del sistema. Sobre el financiamiento, hemos mencionado algunas alternativas: mayores impuestos al tabaco, impuestos a las bebidas azucaradas, mayores contribuciones de los rentistas de capital, etc.”.
¿Cuál es la situación de los hospitales públicos en el país? ¿Cuál es la estrategia que han implementado para recuperarlos financieramente?
“De 955, 321 salieron de riesgo financiero durante el último año. Hay un proceso paulatino de mejoría como resultado, en parte, por las políticas puestas en marcha por el Gobierno: del giro directo, del aumento de la UPC, del saneamiento de las deudas de las entidades territoriales con el régimen subsidiado y de la compra de cartera”.
Asociaciones médicas dicen que el Ministerio opta por recortar servicios en los hospitales para ahorrar dinero. ¿Qué opina de esta afirmación?
“No tiene sustento alguno: la producción de los hospitales de Colombia ha aumentado sustancialmente”.
¿Qué medidas ha tomado frente a las deudas que tienen las EPS con los hospitales públicos? ¿Cree que liquidarlas es la mejor opción?
“Para resolver una crisis, se necesita, primero, claridad en las reglas de juego, ya la tenemos con el decreto de habilitación financiera. Se necesita también confianza, aspecto en el que hemos venido trabajando desde hace meses. Por último, se necesita tiempo y liquidez. La reglamentación de la subcuenta de garantías del Fosyga brinda liquidez y nos compra tiempo. Las crisis no se resuelven de la noche a la mañana”.
Buena parte de la crisis tuvo que ver con el pago de servicios no POS, ¿en qué medida la lista negativa que usted propone no profundiza esta crisis?
“Todo lo contrario. El no Pos fue la forma desordenada y caótica cómo el sistema incorporó las nuevas tecnologías. El nuevo plan, basado en una lista negativa, busca una definición más racional y ordenada de hacer lo mismo”.
La suspensión de fumigaciones con glifosato ha sido uno de sus grandes logros, ¿cómo fue el trabajo para demostrar las consecuencias médicas de continuar fumigando con glifosato?
“El argumento tuvo dos partes: una científica, basada en lo dicho por la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC); otra institucional, basada en lo dicho por la Corte Constitucional sobre la necesidad de invocar el principio de precaución en este caso en particular. La decisión se basó en la unión de los dos argumentos, el científico y el institucional”.
Le quedan unos meses para reglamentar la Red de Unidades de Atención de Cáncer Infantil. ¿En qué va este proceso? ¿en qué consiste la reglamentación?
“Va muy bien. Vamos a tenerla antes de que se venza el plazo. La idea general es garantizar la atención integral a los pacientes”.
Savia Salud ha presentado un crecimiento excesivo en servicios no POS, y está en crisis financiera. ¿Cuál es la solución que usted propone?
“Se necesitan mayores recursos, pero también moderación en el crecimiento de los servicios no POS. Si no hay moderación, no hay palta que aguante. Sea quien sea el pagador”.
Usted dice que en Antioquia “existe un problema estructural de vieja data”, ¿Por qué?
“Porque las tarifas son más altas que en el resto del país y los servicios no Pos per cápita también están desfasados”.
¿Cómo se puede transformar la situación en Antioquia?
“Vuelvo sobre lo mismo: necesitamos una ética compartida por todos, EPS, prestadores, médicos y farmacéuticas, sobre la necesidad de trabajar con lo que hay. Aquí existe una doble responsabilidad, con el paciente y con los recursos del sistema. La segunda a veces se olvida”.
El debate sobre la eutanasia en Colombia ha sido álgido. Después de expedir la reglamentación, ¿cuál es el balance que tienen? ¿Los centros médicos han acogido la normativa?
“Están en un proceso de implementación, en la creación de los comités. Desde el Ministerio estamos acompañando todo este proceso”.
Caprecom ha sido uno de los principales responsables de la crisis de las IPS. ¿Cuál es la situación de Caprecom hoy? ¿Qué medidas han tomado?
“Es complicada; uno de los principales problemas son las deudas de Caprecom. Hemos planteado un desmonte ordenado. La decisión no depende solo del Ministerio de Salud. Las implicaciones fiscales, por ejemplo, son muy grandes”.
¿Cómo va la regulación de medicamentos? Esto no se hacía antes… ¿Cuál es el balance de esta regulación?
“La política ha sido un éxito, incluso ha sido reconocida internacionalmente”.
¿Cuál es el impacto que ha tenido el control de medicamentos?
“Aproximadamente 1,6 billones de pesos de ahorro que se ven reflejados en nuevos beneficios incluidos en el POS para los pacientes”.
¿El decreto de habilitación financiera no profundiza la crisis en la salud?
“Es muy importante, plantea una senda de recuperación, define las reglas de juego del futuro y garantiza que no se van a repetir los errores regulatorios del pasado”.
¿Cuál es el rol del sector privado en la crisis del sector salud?
“Fundamental. La recuperación necesita inyecciones de capital por parte del sector privado que superan los cuatro billones de pesos”.
Saludcoop sigue presentando serios problemas en la prestación de servicios y no ha terminado de pagar sus deudas. ¿Cuál es el plan para evitar la crisis en la prestación de servicios?
“Tenemos un plan de salida de la crisis. Hemos trabajado con la Superintendencia y Fogafin con el fin de proteger a los afiliados y garantizar el pago de todas las deudas”.