Según relató a ASENRED Valentina Rojas Gómez, el Padre Javier Toro, Párroco de la Valvanera ordenó cortar un guayacán rosado y una acacia amarilla. Para la joven integrante del colectivo Fibonacción, las dos especies no se podían talar porque llevaban muchos años y ninguna autoridad había ordenado derribar.
“La justificación del padre es que necesitaban talar esos árboles para darle luz a un guayacán que estaba empezando a nacer; nosotros le dijimos que la solución era trasplantar el guayacán y cultivarlo en otro lugar donde le diera la luz”, manifestó Valentina.
Por su parte el Padre Toro, explicó que solo taló un árbol y que fue autorizado verbalmente por el funcionario de la Secretaría de Asistencia Rural y Medio Ambiente (Saryma), “la autorización sí la tengo, oral; y tengo testigos (…) que quede claro se taló un árbol y se podaron dos de alrededor”, enfatizó el sacerdote.
Finalmente, el Secretario de Asistencia Rural y Medio Ambiente, Alexander Orozco, lamentó lo sucedido, “el padre se apresuró”, y dijo que buscará la manera de generar un dialogo entre las partes.