El proyecto de ley Ana Cecilia Niño, que busca eliminar el asbesto de Colombia, acaba de ser aprobado, con el respaldo de nueve congresistas, en el primer debate en la Comisión Séptima del Congreso.
Ahora le falta la discusión en plenaria de la Cámara de Representantes y pasar otros dos debates en Comisión y Plenaria del Senado.
Para la senadora Nadia Blel Scaff, quien lo lidera, este es un primer paso para darles garantías a los colombianos frente a sustancias consideradas como nocivas para la salud.
Según la Organización Mundial de la Salud en el mundo hay unos 125 millones de personas expuestas al asbesto en el lugar de trabajo y se calcula que la mitad de las muertes por cáncer de origen laboral son causadas por el mineral. Juan Pablo Ramos, profesor del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de la Universidad de Los Andes, y quien ha investigado el asbesto en talleres mecánicos de Bogotá, explica que el producto fabricado con el mineral llega separado del soporte, por lo que el mecánico tiene que manipularlo, lo que lo expone directamente.
Ramos indica que este mineral se utiliza por una decisión de la industria y, segundo, por la sociedad colombiana, que lo ha permitido. Asegura que el Gobierno es el mayor responsable, seguido de los legisladores, que han hundido los proyectos.
“Hay intereses particulares para mantenerlo, pero como académico, el bienestar general debe primar y se debe aprobar la prohibición”, resalta el investigador Ramos.
Este proyecto de ley está respaldado por el Gobierno Nacional, en cabeza de los ministerios de Salud e Interior.