Mucho se ha dicho de la llegada de la empresa Nopco Colombiana S.A al municipio de Marinilla, en el Oriente Antioqueño. Dudas en cuanto al impacto ambiental, a los usos de suelo, y a una emergente sensación, de que detrás de la movilización ciudadana, hay una disputa de intereses que va más allá del ánimo altruista de defender el territorio. Oriente Apress intentó recopilar los argumentos de ambas partes de forma paulatina, y en tres entregas presentaremos los hallazgos.
Fuente: Agencia de Prensa – Oriente Apress
Parte 1:
Así comienza la historia
El Oriente Antioqueño, por su privilegiada ubicación estratégica, se ha convertido en un lugar atractivo para el asentamiento de empresas. Los municipios del Altiplano, atravesados por la Autopista Medellín-Bogotá, son los más apetecidos para instalar sucursales o trasladar compañías que, en el Valle de Aburrá, ya no encuentran las condiciones adecuadas para su funcionamiento, en muchos casos porque las autoridades competentes son cada vez más rigurosas en el cumplimiento de sus requerimientos ambientales. Marinilla es una de estas localidades y la empresa Nopco Colombiana S.A es una de esas empresas que quisieron llegar al Oriente.
Nopco llega a Marinilla
En octubre de 2012 Nopco celebra sus 50 años de historia con el ánimo de estrenar una planta de producción construida en Marinilla, y superar así la situación que tiene en aprietos financieros a la Empresa. “Está es una compañía de aditivos químicos, hacemos parte de una de las muchas especialidades en las que se dividen las industrias químicas, somos modificadores de tensión superficial”, explicó Álvaro José María Gutiérrez, Gerente General de la Empresa.
Gutiérrez narró a Oriente Apress las razones que llevaron a la Junta Directiva de la Compañía a buscar un nuevo espacio para trasladar su planta: “A finales de 2009 empezamos a recibir llamadas de empresas europeas interesadas en mirar las posibilidades de maquilar con Nopco porque tenemos la tecnología y las condiciones para maquilar y producir. Si queremos abrirnos al mercado europeo tenemos que ampliarnos y tener una planta moderna, porque a pesar del cariño que le tenemos a nuestra planta en Bello, somos conscientes de que es muy vieja, que ha crecido a pegoticos, cada que necesitamos algo lo vamos acomodando, entonces todo queda disperso, son 50 años de crecimiento, de pasar de ser un taller a una fábrica”.
Ante estas condiciones comenzó la búsqueda de lotes, “Lo primero que pensamos es que el 90% de nuestra gente es de Bello, se presentó una oportunidad de irnos a Copacabana, pero era un lote con muchos problemas porque le pasaban unas tuberías de Ecopetrol y no pudimos irnos. Miramos hacia el Oriente porque es un polo de desarrollo y porque el puerto sobre el río Magdalena es un hecho”. Después de ver varios espacios, estudiaron las tres opciones más adecuadas a sus necesidades, lotes ubicados en Guarne, El Carmen de Viboral y Marinilla. El lugar que más les gustaba era Guarne, por su cercanía con Bello, allí tenían el aval de la Alcaldía para asentarse, pero para llegar al lote había que pasar dos quebradas y los puentes que había no soportarían la carga de los camiones que deben entrar y salir de la Empresa, la construcción de unos nuevos puentes incrementaba los costos estimados, así que se descartó esa idea. De allí miraron hacia El Carmen de Viboral, Nopco cuenta que también la Alcaldía les dio la bienvenida, pero que evaluando el flujo vehicular determinaron que es complicado para alguien que no tiene carro entrar y salir a cualquier hora. Ya entrado el año 2010, fueron hasta Marinilla, “hablamos con el Alcalde y el Secretario de Planeación nos pidió los papeles, yo se los llevé, y nos dieron la carta donde dice: ustedes son aptos para estar en Marinilla, bienvenidos al Municipio. Apenas nos dijeron eso, nos fuimos a negociar el lote”.
Ésta es la carta entregada el primero de septiembre de 2010 por la Secretaria de Planeación y Desarrollo Local de Marinilla a Nopco tras haber recibido la papelería correspondiente por parte de la Empresa, allí se declara “Nopco Colombiana S.A (…) cumple con la cabida establecida en el Acuerdo Municipal 098 de 2007 Plan Básico de Ordenamiento Territorial Municipal”.
Oriente Apress tuvo acceso a la promesa de compraventa del lote donde hoy está la planta de la Empresa en la dirección Calle 27 Número 51 – 144 y Calle 27 Número 51 – 224. En el documento están las firmas del vendedor: Juan José Agustín Gómez Hoyos y el Representante legal de Nopco Colombiana S.A: Álvaro José María Gutiérrez Martínez. El sello de la notaría quince, Circuito Medellín donde se realizó el procedimiento, es del 16 de septiembre de 2010, efectivamente después de la recepción de la carta de Secretaria de Planeación.
Hasta ese momento todo avanzaba de manera normal. Se diligenció la papelería adicional requerida para el otorgamiento de la licencia de construcción y en Bello continuaron los preparativos para abandonar la planta que albergó la maquinaria y la producción de la empresa por más de 40 años.
Eddier Antonio Agualimpia, era el Secretario de Planeación de Marinilla en el período 2008 – 2011, por lo tanto, la persona encargada de otorgar la licencia. El exsecretario ha sido uno de los personajes más cuestionados en este proceso, al respecto, Agualimpia explicó a Oriente Apress: “El procedimiento es el que establece la norma 1469 de 2010 y el anterior a este el 564 de 2006, donde inicialmente, quien decida realizar un proyecto, solicita un certificado de lineación donde están los parámetros para la construcción y se radica la documentación”. El tiempo para expedir la licencia son 45 días hábiles en los cuales la Secretaría debe tramitar o manifestarse sobre la licencia, después de esto quienes solicitaron la licencia tienen 2 años, más uno prorrogable, para ejecutar la obra.
“Nopco radica la información, se le hizo la revisión técnica con respecto al cumplimiento del PBOT, y se hizo una notificación por correo certificado a los vecinos colindantes, aun teniendo en cuenta que los vecinos colindantes donde hoy se está la obra son los mismos dueños que vendieron el lote. En la licencia de construcción no se articula el funcionamiento porque la construcción se puede destinar a varias actividades (…) Para la construcción se requería plan de manejo para ejecución de la obra, no plan de manejo para actividades de la obra, porque es posterior”, agregó Agualimpia.
Finalmente, el 9 de junio de 2011 a través de la resolución número 246 la Secretaria de Planeación de Marinilla otorga la licencia de construcción a Nopco Colombiana S.A.
Eddier Antonio Agualimpia, exsecretario de Planeación de Marinilla
Paralelamente a estos trámites, la Empresa establecía contacto con Cornare, autoridad ambiental en el Oriente Antioqueño. El 13 de abril de 2011 Nopco envía una solicitud de información a la Corporación donde piden “concepto sobre la necesidad de obtención de Licencia Ambiental para la construcción y operación del mismo, de acuerdo a lo estipulado en el decreto 2820 del 5 de agosto de 2010”
Frente a esa solicitud Cornare respondió el 6 de mayo de 2011: “… con base en el Decreto 2820 del 5 de octubre del 2010 en su artículo 9 numeral 15, se establece que las condiciones de su industria son objeto de Licencia Ambiental, para lo cual Cornare, con base en reunión del 28 de abril y mediante visita realizada a las instalaciones ubicadas en el municipio de Bello el día 3 de mayo, elaboró los términos de referencia que se anexa a la presente, con el fin que inicie el trámite de licencia ambiental ante la entidad”.
“Contratamos con CVG (Empresa de Servicios Ambientales) para presentar el Plan de Manejo Ambiental, trabajaron ingenieros, arqueólogos, sociólogos. Se entregó todo el estudio el 28 de diciembre de 2011 a Cornare, y nos dijeron “en 60 días tienen su Licencia”. Pero antes de eso Cornare sabía que nosotros estábamos construyendo, ellos ya nos habían dado un permiso para la tala de ocho árboles, en la construcción solo pedimos eso porque nosotros no tomamos agua de la quebrada, no vertemos agua a la quebrada, no emitimos gases porque tenemos quemadores, la caldera es a gas natural, no tenemos emisión de polvos porque no hay procesos que emitan polvos. Lo único que teníamos que pedir era el permiso de la tala” afirmo Álvaro José María Gutiérrez, Gerente de Nopco.
Frente a estas declaraciones intentamos comunicarnos con Cornare para conocer su versión al respecto, pero por medio de un correo electrónico respondieron: “Como entenderá usted, el proceso de licenciamiento se encuentra en instancia administrativa, específicamente se encuentra en medio de la etapa establecida por el Código de Procedimiento Administrativo -CPA- para resolver el recurso de reposición interpuesto contra la Resolución que negó la licencia ambiental.
En medio de esta etapa administrativa, no es permitido por la ley que las autoridades o los funcionarios (Num 11 art 11 C.P.A) se pronuncien por fuera del proceso, es decir, las autoridades administrativas se deberán pronunciar a través del instrumento que la ley concibió para ello, esto es, por medio de la Resolución que resuelva el recurso”. En la próxima entrega exponemos las declaraciones de Carlos Mario Zuluaga, Director de Cornare, el 8 de agosto de 2012, día de la Audiencia Pública.
Finalizando el mes de febrero de 2012, el Gerente de Nopco llama a Cornare para preguntar por la Licencia, pero aún no tenían respuesta. En mayo la Corporación pone en conocimiento a la Empresa la incompatibilidad de usos de suelo.
Álvaro José María Gutiérrez, Gerente de Nopco.
En ese momento comenzaron una serie de dificultades que aún tienen vigente un debate, que tal parece, por las implicaciones, tardará varios años para resolverse.
Marinilla reacciona frente al asentamiento
El 22 de mayo de 2012, en una sesión ordinaria del Concejo Municipal de Marinilla, donde intervinieron los bomberos locales, uno de los concejales preguntó: ¿El cuerpo de bomberos de Marinilla está capacitado para atender cualquier emergencia que se presente en el Municipio?. La respuesta fue que a ellos les preocupaba mucho una compañía que se estaba asentando en el Municipio “se llama Nopco y es de químicos y no estamos preparados para atender una Empresa de esas características”, aseguró el vocero del cuerpo de socorro. Así lo afirmó Carlos Arturo Arango, presidente del Consejo Territorial de Planeación – CTP, para referirse a la forma en que se entera de la llegada de Nopco.
Tanto la comunidad presente como los concejales quedaron inquietos con el tema del asentamiento de una Empresa de químicos, así que para el 28 de mayo, en una sesión que contaría con la presencia de Juan Fernando Gómez Ramírez, actual Secretario de Planeación, pidieron socializar la información que tenía sobre Nopco. “Reiteró que la empresa manejaba químicos, dijo que tenían licencia de construcción, él mostró lo que había y dijo que estaba pendiente del certificado de uso de suelo, pero de una vez pone en evidencia que hay una irregularidad, que hay un cambio de usos de suelo y no entendía por qué”, agregó Carlos Arango.
Para el 6 de junio se invitó al Gerente de Nopco, José María Gutiérrez y a otros integrantes de la junta de la empresa para que expusieran en el Concejo Municipal cómo había sido el proceso y respondieran las inquietudes generadas por las anteriores intervenciones. En ese momento los funcionarios de la empresa ya sabían que habían problemas con la llegada de Nopco a Marinilla porque Cornare les había informado de la incompatibilidad de usos de suelo, aseguran que no pensaron que la situación iba a tomar las dimensiones actuales. Faltaba poco para terminar el periodo de sesiones ordinarias, así que en el Concejo el tema no se volvió a abordar hasta el 3 de agosto.
La Cooperativa Coopimar, que adquirió personería jurídica en el año 2000 y actualmente ofrece trabajo en confecciones a centenares de mujeres de Marinilla, es uno de los establecimientos vecinos a la obra de Nopco. Coopimar es una de las Cooperativas que promueve la construcción de 174 viviendas de interés social para sus trabajadoras en un terreno justo al frente de donde está ubicada la planta de Nopco en Marinilla. La “Urbanización Los Sauces” obtuvo licencia de construcción el 19 de abril de 2012, pero integrantes de la asociación de vivienda de interés social Los Sauces, propietaria del terreno, han manifestado que las obras no avanzarán hasta que no se resuelva la situación “¿quién quiere vivir en frente de una empresa de químicos?”, manifestaron.
Maribel Giraldo, actual concejal de Marinilla y quien ha trabajado por varios años en Coopimar narró a Oriente Apress: “yo ví la construcción y llamé a Cornare a pedir que nos aclararan qué se estaba construyendo y el proceso de licenciamiento. Cornare nos devuelve el correo y nos dice que Nopco en el momento estaba reuniendo todos los requisitos para el proceso de licenciamiento, que apenas estaban haciendo ese proceso (…) eso fue en marzo de 2012, y nosotros no teníamos idea de qué era eso, no nos habían socializado el proyecto”.
Luz Mery Castaño, directora técnica de Nopco, explicó que dentro de los términos de referencia que dio Cornare estaba el tema de socialización: “nosotros en el plan de manejo mostramos la socialización que hicimos en su momento con las monjitas y las señoras del prostíbulo que hay ahí cerca. Cornare en uno de sus aspectos técnicos cuando evalúa la parte social dice que Nopco realizó la parte social de manera adecuada, ahora es que se devuelven a decir que no fue suficiente”.
Esa socialización a la que hace referencia la empresa se hizo el 12 de agosto de 2011, ésta es la lista de asistencia en la que se registra la presencia de 13 personas en la reunión.
José María Gutiérrez cuenta que después de la sesión del Concejo de Marinilla a la que fueron invitados, y al percatarse del error de la falta de socialización que se tradujo en un montón de especulaciones, trataron de reunir a las personas para hablar con ellas y explicarles que lo que Nopco hace no les va a afectar su salud. “Queremos reunirlos y enmendar el error, pero ellos se han negado (…) Yo sostuve una reunión con Gilberto Giraldo, presidente de Leonisa y él me informó que tenía un proyecto de urbanización al frente de donde se construyó la planta de Nopco, pero que con nosotros ahí no iban a construir y además se iba a llevar a Coopimar de Marinilla porque, según él, las personas que iban a usar las prendas de ellos se iban a llagar”.
Maribel Giraldo explicó “Ya se habla de licencia social para todos los proyectos, nosotros les dijimos ‘ustedes no socializaron con sus vecinos más cercanos, como mínimo’, es decir, si ellos quieren ser uno con la comunidad de Marinilla lo mínimo que tenían que haber hecho era una socialización más amplia de su proyecto, porque el solo hecho de decir insumos químicos, en la comunidad se empieza a imaginar que es altamente peligroso”.
Maribel Giraldo, concejal de Marinilla
En la resolución de Cornare del 10 de septiembre de 2012 donde se niega la licencia ambiental a Nopco, se hace referencia al tema de la socialización en los siguientes párrafos:
• No se evidenció socialización con las empresas y establecimientos y comunidad localizada en el área directa e indirecta del proyecto de manera efectiva, sobre el tipo de proyecto a realizar
• Se evidencia total desconocimiento del quehacer de la empresa química por parte de la comunidad frente a su proceso químico, lo que genera todo tipo de comentarios y especulaciones frente a la actividad ambiental que pueda genera dicha actividad química
• Fue escaso el proceso de socialización iniciado por la empresa Nopco frente a sus actividades en el sector y hacia el Municipio. En la información inicial presentada por esta empresa en la licencia ambiental, se realizaron reuniones con la administración municipal donde se socializó con funcionarios de cada dependencia, algunos habitantes del sector aledaño según los listados de asistencia aportados. No hay evidencia de acercamientos con las industrias aledañas a la fábrica.
El proceso de socialización es uno de los primeros problemas que sale a relucir en el caso Nopco, y a lo mejor, el causante de muchas de las dificultades venideras “si nosotros hubiéramos conversado con Coopimar esto no hubiera pasado”, dijo José María Gutiérrez.