• El piso pélvico es un grupo muscular ubicado en la parte inferior de la pelvis, encargado de sostener en posición adecuada los órganos pélvicos y del cual depende el bienestar sexual y urinario.
  • El correcto desempeño sexual y urinario tanto en hombres como mujeres depende del entrenamiento del piso pélvico.
  • El piso pélvico era el único músculo que faltaba ejercitar en el mundo del acondicionamiento físico moderno.

La continencia urinaria se pierde con la edad, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se produce incontinencia urinaria en el 85% de las mujeres a los 80 años. Esta patología es completamente prevenible con un adecuado entrenamiento del piso pélvico y se pueden revertir problemas como la incontinencia urinaria de esfuerzo, la vejiga hiperactiva, el goteo terminal y la incontinencia post parto. De igual manera, el ejercicio y la actividad deportiva cada vez son más importantes en el mundo moderno y se toman todo tipo de precauciones para evitar lesiones, desconociendo que el piso pélvico se afecta de manera importante con la práctica de deportes de silla (ciclismo, motociclismo y equitación) y los de alto impacto (trote, trekking, trail running, aeróbicos) en los cuales la naturaleza de la actividad física genera un estrés adicional sobre esta zona. Por estas razones el médico antioqueño, Juan Luis Arcila Tovar, creó el primer sistema de entrenamiento de piso pélvico de Latinoamérica para fortalecer este músculo que, gracias al desconocimiento general por parte de las personas, se encontraba marginado de las rutinas y ejercicios de prevención.

Además de los beneficios a la salud, el fortalecimiento del piso pélvico en hombres ayuda a mejorar la calidad de la erección y del orgasmo, además de permitir el control sobre la eyaculación. A las mujeres les devuelve la fortaleza del piso pélvico que se pierde con la edad y los partos, también permite generar vaginas con capacidad de contracción y mejorar la experiencia orgásmica. El entrenamiento se produce a partir de un campo magnético en la base de una silla, que emite ondas dentro del piso pélvico, que originan contracciones involuntarias de la musculatura, con lo que se logra su fortalecimiento y se genera bienestar pélvico. Como consecuencia mejora la función sexual, la continencia urinaria y la salud prostática.

Según el médico Arcila Tobar, «la llegada de esta tecnología al país constituye un hito, ya que anteriormente se requería utilizar equipos invasivos. Ahora ni siquiera es necesario retirarse la ropa y pueden acceder a ella personas en cualquier condiciones físicas». El entrenamiento se realiza en sesiones de 20 minutos y está dirigido a toda persona que desea prevenir o mejorar problemas relacionados con el piso pélvico. El galeno puntualizó «esta metodología también se presenta como una alternativa a la necesidad de tomar medicinas para mejorar la calidad de la erección, las cuales presentan riesgos y efectos secundarios, sin contar su alto costo».

Fuente: ECO – SciTech Inteligencia Competitiva

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