Luego del anuncio del gobierno nacional acerca de la conclusión de las negociaciones de Paz con las Farc, varios sectores sociales del Oriente antioqueño manifestaron sus opiniones acerca de este proceso, cuyo resultado definitivo se conocerá el próximo 2 de octubre, cuando se lleve a cabo el plebiscito mediante el cual los ciudadanos podrán elegir si se refrendan o no dichos acuerdos.
Uno de los municipios del Oriente más golpeados por las acciones del grupo subversivo fue Granada, que sufrió ataques que minaron su población civil y destruyeron buena parte del espacio físico de la localidad. Su actual alcalde, Ómar Gómez, se refirió a la posible firma del acuerdo de paz. “Estamos felices porque renace la esperanza de que en nuestras veredas, en nuestro territorio podamos vivir en paz a futuro, continuar como estamos en estos momentos de mucha tranquilidad. Veo mucha seriedad en el proceso, sobre todo desde que se hizo el cese al fuego”.
Por su parte, la iglesia local también tiene una posición respecto a la terminación del conflicto armado. El obispo de la Diócesis de Sonsón – Rionegro, Fidel León Cadavid, afirmó que “es buena noticia que dejen las armas y que emprendan un camino diferente para reintegrarse a la vida social, política y económica del país, ya no con armas, sino en la arena de la democracia y en la búsqueda de un país mejor”.
Posición contraria tiene el diputado a la Asamblea de Antioquia por el Centro Democrático, Roque Arizmendy, quien se manifestó en desacuerdo con lo pactado en La Habana. “Por fin nos estamos dando cuenta de todo lo que el gobierno nacional está concediendo a estos facinerosos. Tenemos qué discernir cuáles son los atropellos que se están dando a las instituciones y a los campesinos; porque los verdugos de los campesinos fueron las Farc y ahora resulta que ellos son los que van a reinar para que en el campo haya productividad”.
De igual manera, el presidente de la Cámara de Comercio del Oriente, Rodrigo Zuluaga, hizo un llamado al voto consciente en el próximo plebiscito. “La invitación es a que sin apasionamiento alguno, sino con la mayor racionalidad posible, miremos punto a punto qué significan los compromisos adquiridos por el grupo negociador que nos representa a todos los ciudadanos colombianos. Tenemos que ser optimistas en que el conflicto cese, porque las épocas aciagas de la violencia y de las víctimas es una fotografía que ojalá no la volvamos a ver en todo el territorio colombiano”.
Por último, el sociólogo Luis Fernando Calle, afirmó que se avecina lo más importante que es la implementación de los acuerdos. “Hay unos desafíos importantes en materia institucional, de garantías para la participación política, de distribución y uso de la tierra y en materia de víctimas”.
