Barrancabermeja: Acciones alternativas por la paz

Montes de María: Pazcaribe

Granada: La comunicación como elemento de unión y reconocimiento.

Fredonia con Salida

Vichada: Escuela de Convivencia Pacífica y Solidaria.

Nariño: Programa de educación de emergencias

Chocó: Banco de la Mujer Desplazada.

Cauca: Acompañamiento jurídico y psicosocial a Familias Indígenas

(Bogotá, octubre 21) El martes 26 arranca EXPOPAZ, la paz en concreto, primera feria de conocimiento sobre la construcción social de paz con la participación de 150 iniciativas de toda Colombia. EXPOPAZ se llevará a cabo en Bogotá, del 27 al 29 de octubre en Compensar (av. 68).

Son cinco los temas de EXPOPAZ: Cultura para la paz; Justicia, derechos humanos y derechos de las víctimas; Gobernabilidad y participación ciudadana para la paz; Desarrollo socioeconómico para la paz; Mujeres Constructoras de Paz.

Son cuatro las ágoras, espacios de diálogo en los que se generarán insumos para las políticas públicas: Ágora Víctimas y construcción de paz (miércoles 27, 4:00 a 8:00 pm); Ágora Organización Social para el Desarrollo Rural (jueves 28, 9:00 a 11:00 am.) ; Ágora Diálogos y acuerdos sociales para la construcción de paz (jueves 28, 11:00 a 13:30 pm); Ágora Ley de Víctimas y tierras en la voz de las mujeres; (viernes 29, 11:00 a 13:30 pm).

Son 150 las iniciativas participantes. Por hoy contemos sólo seis:

Barrancabermeja: Acciones alternativas por la paz

En los barrios más peligrosos de Barrancabermeja el reggaetón no sólo sirve para calentar las fiestas nocturnas sino para desmantelar combos, para dejar las pistolas a un lado y evitar las matazones. Desde 2008, la Alcaldía de este municipio decidió realizar una serie de reuniones con las organizaciones juveniles de las comunas más populosas de la ciudad para definir alternativas que buscaran una solución al conflicto y la más votada fue el arte popular.

Barrios como El Arenal o El Dorado en las orillas del Río Magdalena o el nororiente barranqueño, cerca de la zona roza, han experimentado, en los dos últimos años, un cambio significativo: las ollas de bazuco han sido reemplazadas por espacios donde hacen concursos de baile, teatro y canto. Calles que en otra época eran intransitables hoy están decoradas con murales hechos por los muchachos que en algún momento se vieron tentados a pertenecer a las bandas más temidas.

Montes de María: Pazcaribe

“Queremos resistir a la guerra” con esa frase José Juan Hernández resume el espíritu de Pazcaribe, una corporación que nació hace seis años en la costa y que desde 1998 está luchando para que los jóvenes de la zona no empuñen armas. Las iniciativas de Pazcaribe han sido exitosas. La estrategia, antes que talleres, foros y presentaciones en Power Point, es el arte. Y su zona de mayor influencia es el departamento de Sucre. Hasta ahora, según las cifras de la propia Fundación, 1117 jóvenes de los Montes de María y el Golfo de Morrosquillo han participado de las iniciativas de Pazcaribe. Eso significa que casi cada barrio de estas subregiones ha sido testigo de una obra de teatro o de algún espectáculo musical de la Fundación. Además del arte, los líderes de la corporación se encargan de dar charlas a los muchachos sobre la No Violencia y la objeción de conciencia. “En este momento estamos acompañando diez casos de muchachos que no quieren prestar el servicio militar por objeción de conciencia” dice José Juan. Ellos están prestando otro tipo de servicio al país, un servicio social dentro de una organización.

Granada: La comunicación como elemento de unión y reconocimiento.

En 1997, un grupo de muchachos gomosos de las comunicaciones decidieron crear una emisora en uno de los pueblos más golpeados por la violencia en el oriente antioqueño, Granada. Era una idea arriesgada si se tiene en cuenta que para la fecha, el hostigamiento tenía al pueblo amedrentado. “No nos ha tocado fácil –recuerda Dubián Girlado uno de los directivos de la Asociación para el Desarrollo Cultural de Granada-. En el año 2000 tuvimos una masacre paramilitar y una toma guerrillera, en 2001 las veredas eran casi territorios prohibidos y en diciembre de 2002 las Farc detonaron un carro bomba en el parque principal de la población y atacaron el comando de la Policía Nacional. En todos estos años nos han amenazado y hasta nos han cortado la señal”. Años complicados en los que Granada Stéreo, 104.4 FM, ha estado ahí para informar.

Toda esa experiencia los ha fortalecido. Además de los tres semilleros de periodismo en los que capacitan a niños, jóvenes y adultos en temas de comunicación, están implementando dos más: “reporteros veredales” para que los líderes juveniles informen lo que ocurre en su zona; y “comunicación dorada”, que son talleres con las personas de la tercera edad para que se animen a contar sus historias de vida en la emisora. “Hemos tenido momentos muy duros, sí, –dice Dubián- pero los superamos y seguiremos transmitiendo y creando proyectos. Granada se los merece”.

Fredonia con Salida

El municipio era inviable: el 2004 el déficit se acercaba a los 8.000 millones de pesos y el presupuesto no superaba los 5.000 millones. Cada año, se estaban gastando más del 128 por ciento de los ingresos corrientes. En otras palabras, los días como municipio estaban contados y tendrían que ser un corregimiento de algún pueblo vecino.

Era un retroceso que los líderes del pueblo no iban a permitir. Comenzaron a reunirse cada ocho días para idear fórmulas que salvaran a Fredonia. Decidieron crear una Asamblea Municipal Constituyente en la que tuvieran cabida todas las voces del pueblo.

El 24 de julio de 2004, 600 personas se reunieron en la plaza principal del pueblo para anunciar formalmente la creación de la Asamblea con una presidencia colegiada de trece miembros. Comenzaron a crear escuelas de formación ciudadana y dividieron el municipio en 15 regiones. Cada mes se iba a una región distinta y se trabajaba con la comunidad. . Lograron 22 presidentes colegiados que trabajan en los planes de vida de cada una de las regiones del municipio, y creación del presupuesto participativo en el que priorizaron las necesidades de los corregimientos y las veredas.

Vichada: Escuela de Convivencia Pacífica y Solidaria.

Cansado de las noticias sobre maltrato intrafamiliar, de los insultos, las riñas y las balaceras, un Policía del Vichada se matriculó en la Escuela de Convivencia Pacífica y Solidaria de la Pastoral Social de Puerto Carreño para aprender asuntos que tuvieran que ver con la paz. A principio de este año se graduó con honores.

Aunque ha sido el único policía entre los 184 alumnos que se han graduado en las diez escuelas de convivencia que hay en la zona (Meta, Guaviare, Vichada, Guainía y Amazonas), los cambios en la comunidad han sido significativos. Según él, desde que se crearon las escuelas en 2004, los líderes y las organizaciones sociales para la paz se han multiplicado en zonas donde los grados de intolerancia no permitían aplicar ninguna alternativa para mejorar el entorno. Ha sido tal el éxito de este proyecto que hoy la Pastoral está creando otras tres escuelas en Villavicencio, en Leticia y en Puerto Nariño con la intención, a su vez, de que se genere una red de promoción por la paz.

Nariño: Programa de educación de emergencias

Desde 2008 cuatro personas de la Secretaría de Educación y Cultura de la Gobernación de Nariño están siempre dispuestas a cubrir las emergencias educativas del departamento. Que se interrumpa cualquier cosa menos la educación. Ellos están convencidos de que esa es la mejor forma para construir paz y progreso.

Una de las últimas experiencias en la que pusieron a prueba la efectividad del Programa, la tuvieron a finales del año pasado en el municipio de Ricaurte. Los constantes enfrentamientos entre las bandas obligaron a varias familias a huir hacia los pueblos vecinos. Las clases en las escuelas fueron suspendidas. La voz de alerta llegó a la Secretaría. Al día siguiente, el equipo conformado por un sicólogo, una socióloga, una licenciada y una abogada se desplazó a la zona y ejecutó el plan de emergencia para atender a los 74 niños sin clases ni infraestructura para recibirlas. El equipo armó tres grandes carpas impermeables para realizar una jornada de capacitación para docentes y alumnos de noveno y décimo. Entre todos desarrollaron un cronograma de actividades y dictaron los tres módulos del programa: desarrollo sicoafectivo, habilidades sociales y desarrollo cognitivo. Cada semana, y hasta que se dieron las condiciones necesarias para retornar, los módulos son intercalaron con actividades lúdicas y culturales para que los niños –mientras pasaba la guerra- pudieran jugar y seguir creciendo de una manera sana.

Así se construye la Paz en Nariño. Otros dirigentes vecinos han pedido asesoría para replicar el programa en sus regiones. La apuesta es por la educación.

Chocó: Banco de la Mujer Desplazada.

Único en su especie, el Banco de la Mujer en Situación de Desplazamiento Forzado del Chocó, ha logrado beneficiar a 200 mujeres en cinco años. Aunque su fundadora, Adriana Parra, tuvo que salir del país por amenazas, el éxito de este proyecto ha permitido que el banco salga de Quibdó y se extienda por varios municipios del Atrato.

Cauca: Acompañamiento jurídico y sicosocial a Familias Indígenas.

Cuatro masacres están inscritas como cicatrices en la historia de los indígenas del Norte del Cauca: la de Gualanday y el Naya (2000) y la de San Pedro y el Bajo San Francisco (2001). Cicatrices que no se borran y que han marcado el camino no sólo de las comunidades afectadas sino la de sus líderes.

Y aunque no olvidan -no pueden porque la cicatriz es una marca visible que los indígenas se llevan hasta la tumba-, desde hace dos años la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca está logrando que las comunidades afectadas de Toribio, Caloto, Corinto, Jambaló, Miranda, Timbio y Santander de Quilichao tengan una nueva perspectiva sobre su condición de víctima. “Antes era un trabajo muy individual y, lo más preocupante, no se tenía en cuenta la condición de Indígena” dice Edwin Capaz, líder de la Asociación. Hoy más de 600 familias indígenas se han visto beneficiados por esta nueva metodología que no es otra cosa que tener en cuenta el carácter espiritual y el valor tribal de las comunidades. Para un abogado o para un sicólogo no es lo mismo atender el caso de una familia afro del Bajo Atrato que a un resguardo indígena de Corinto. Los vínculos comunitarios, los ritos, la sabiduría de los viejos y la relación con la tierra son ejes transversales de su cultura que no se pueden pasar por alto.

En esta última zona –Corinto-, donde ocurrió la masacre de Gualanday, se ha experimentado uno de los mayores avances desde que la Asociación de Cabildos comenzó a trabajar en 2008. Después de la masacre, la comunidad comenzó a vivir una crisis de identidad y de culpa. Pensaban que su plan de vida había llegado a su fin y de ahí de adelante todo sería retrazo. Pero las cosas cambiaron. Hay deseos de superación, hay proyectos en comunidad y, lo más importante, la cicatriz de la masare –ese no olvidar- les ha servido para fortalecer sus lazos indígenas.

EXPOPAZ será, entonces, un espacio para conocer protagonistas y acciones que han logrado incidir en la disminución de situaciones de conflicto a través de ámbitos como la prevención del reclutamiento de niños, niñas y jóvenes, la promoción de una cultura de paz, la participación ciudadana de poblaciones excluidas, el desarrollo socioeconómico de poblaciones en situación de pobreza, la atención a las víctimas, entre otras. Además, EXPOPAZ abrirá espacios de diálogo, intercambio de conocimiento e interlocución entre la sociedad civil y las instituciones del Estado a fin de generar insumos a las políticas públicas para el bienestar y la convivencia entre los colombianos.

EXPOPAZ, la paz en concreto es una iniciativa del PNUD, ASDI, AECID, GTZ, la Unión Europea, la Embajada de Holanda y la Alcaldía Mayor de Bogotá. Apoyan la GTZ y la Redprodpaz.

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