Un completo misterio encierra La Divina Pastora en el municipio de El Peñol, en el año 1893 llegó el cura párroco José Dolores Giraldo, quien cansado de la correría que hacía por la vereda llamada Dos Cabezas se apoyó en la piedra a descansar y tuvo una visión.
“En sueños la virgen se le aparece y le pide que le construya un santuario en ese lugar, a lo que el padre de inmediato inicia la tarea”, cuenta Cecilia Salazar López, habitante de la vereda el Marial; nombre que desde ese momento adoptó la vereda en honor a la Divina Pastora.
A la Virgen acuden cientos de feligreses a orar, hacerle súplicas y llevar del agua que, misteriosamente brota de la roca, “esa agua nunca se ha secado”, asegura Cecilia.