El año de Atlético Nacional, desde la llegada del argentino Jorge Amirón a la dirección técnica, fue calamitoso y se perdió la costumbre de los últimos años del club: ganar. En todos los torneos comenzó ilusionando y terminó en fracaso rotundo. Perdió dos finales en casa y también en su estadio se despidió de la Copa Libertadores, por esos motivos no es más entrenador del equipo.
Estos fueron los fracasos de Almirón en 2018:
Derrota dura frente a uno de los grandes rivales
La Superliga fue el primer torneo oficial que dirigió Almirón cuando llegó a Nacional, con el antecedente de haber sido subcampeón de la Copa Libertadores con Lanús. El 31 de enero, en El Campín, los verdes le sacaron un empate sin goles a Millonarios. En el juego de vuelta, ocho días después, los azules, con dos goles del paraguayo Roberto Ovelar, se coronaron campeones.
La final que se perdió en el tiempo de reposición
A pesar de ser el equipo que más puntos sumó en el semestre, Nacional tuvo un final doloroso en la Liga 2018-I. Había ganado el partido de ida de la final en Ibagué, 0-1, con gol de Dayro Moreno, el 6 de junio. Tres días después, estuvo en ventaja con gol de Vladimir Hernández. Sebastián Villa empató para el Tolima y en el tiempo de reposición, Danovis Banguero igualó la serie. En los penaltis, Tolima no falló ningún cobro y se colgó su segunda estrella.
La Copa, otra ilusión perdida
En el papel, Nacional era favorito en la serie de octavos de final de la Copa Libertadores. Atlético Tucumán apenas tiene su segunda participación en el torneo. Pero desde el comienzo todo estuvo mal. Perdió 2-0 en Argentina y este martes no pudo darle la vuelta a la serie. El 1-0 fue insuficiente. Y el fútbol también. Por segundo año consecutivo, los verdes fracasaron en la Copa.
Así pues, Almirón deja de ser el entrenador de Atlético Nacional debido a «no alcanzar los resultados que ambas partes se habían fijado como objetivos deportivos, pese a que el plan desarrollado y el modelo de juego impuesto han sido ejecutados con excelencia e idoneidad».
Fuente: El Tiempo