Los miembros de la Farc sí podrán ser elegidos en el Congreso, pero no obtendrán la credencial de la Registraduría para tomar posesión del cargo hasta tanto no se presenten ante la Justicia Especial para la Paz (JEP).

Esa, según el senador Juan Diego Gómez, fue la condición que le puso la bancada conservadora al ministro del Interior, Guillermo Rivera, para votar la reglamentación de la JEP. Agregó que el Gobierno aceptó ese y otros dos “puntos de honor”: el acogimiento voluntario de terceros ante la JEP y garantías jurídicas para policías y militares.

Aunque, a simple vista, ese primer punto riñe con lo que se estableció en el Acuerdo y que el Gobierno ha defendido en los últimos días, en cuanto a que la Farc no tiene impedimentos ni antes ni después de ser juzgados por la JEP para participar en política, Gómez le dijo a EL COLOMBIANO que lo que se limita es el ejercicio de cargos públicos, no los derechos políticos a ser elegidos.

“No contraviene el Acuerdo, ni el Acto Legislativo para la paz. Será algo ruidoso, pero es un gesto democrático y un mensaje positivo a la opinión. Quienes pasen por ese tribunal deberán demostrar arrepentimiento, contribución con la verdad y reparación a las víctimas”.

Al cierre de esta edición la Farc aún no se había pronunciado sobre este nuevo pacto político, con el que probablemente no estarán de acuerdo.

Con el sartén por el mango

Ante el retiro de Cambio Radical (CR) de la coalición, el Gobierno se ufanó de contar con las mayorías, pero con la actitud de las últimas dos semanas asumida por el Partido Conservador (PC), ese nivel de confianza se quebrantó.

Los ‘azules’ tienen 45 votos en el Congreso, 18 en Senado y 27 en Cámara. La semana pasada, y ayer, se pararon del debate y la sesión fue levantada, pese al llamado del Gobierno y a la inusual solicitud de la ONU de avanzar en la reglamentación de ese proyecto.

Sin el respaldo de los conservadores, la implementación del Acuerdo llegaría a su fin y el Gobierno tendría que buscar medidas extraordinarias para que el presidente Santos, por decreto, legisle lo que aún queda pendiente, que son cerca de 15 iniciativas.

Ante la candidatura de “Timochenko”, el representante David Barguil (PC) afirmó que a él le dijeron que la Farc iba a pasar primero por la justicia, iba a decir la verdad y a reparar a la víctimas antes de elegirse democráticamente. “Es un insulto a las víctimas”.

El nuevo bloque político

El presidente del PC, Hernán Andrade, junto con otros nueve congresistas de esa colectividad, se reunieron la semana pasada con delegados de Vargas. Incluso, Andrade les planteó la posibilidad de llevar una lista conjunta al Congreso.

Así las cosas, el bloque al que ahora se unen los conservadores entorno a la JEP, liderado por el CD con apoyo de CR, cada vez estrecha más sus lazos para una posible alianza electoral en 2018.

Ayer el expresidente Álvaro Uribe se despachó en elogios hacia Vargas Lleras y su partido. En una entrevista en el Canal Capital manifestó que el exvicepresidente es muy inteligente y que con CR se puede llevar “a que este país corrija un rumbo delicado”.

Los congresistas del PC tiene ahora la palabra.

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