Los nariñenses han dejado de consumir carne y no precisamente por la cuaresma. Desde hace cerca de dos meses que fue cerrada la planta de sacrificio de este municipio a los carniceros y ganaderos les ha tocado aumentar el costo del producto, porque debían ir hasta el frigorífico de Sonsón, pero como este también fue cerrado, el traslado ahora se debe hacer hasta Rionegro, aumentando los costos considerablemente.
“Esta situación afecta mucho al municipio porque el mercado de bovinos está muy bajo, por el poco consumo (…) se incrementaron muchos los costos de transporte en pie y en canal de los animales y la carne se incrementó por lo menos en 5 mil pesos”, dijo, John Fredy Panesso, integrante de la Asociación de Carniceros de Nariño.
En Nariño regularmente se sacrificaban entre 25 y 30 bovinos y porcinos, hoy este número se ha reducido, “por ejemplo carniceros que sacrificaban 5 y 6 bovinos están sacrificando 3 o 4. Sin especular ha bajado el consumo de carne en un 40%, afirmó Panesso a ASENRED.Para el alcalde de Nariño, Carlos Arturo Marín, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA) y el Gobierno Nacional están actuando en contra de las personas más necesitadas, “nos toca sacar más del bolsillo para poder conseguir´la carnita´ y obviamente la economía que genera la ganadería también se verá afectada (…) el llamado es para que el Gobierno Nacional pongan la mirada en estos pueblos que queremos aportarle a la paz”, recalcó el mandatario.
Según algunos ganaderos la situación es insostenible y lo único que está logrando es promover el sacrificio clandestino de animales.