Más de 1.100 familias rurales mejoraron su relación con la tierra gracias al programa SANAR (Seguridad Alimentaria, Nutricional, Ambiental y Resiliente), una iniciativa liderada por la Corporación Autónoma Regional, Cornare, la Gobernación de Antioquia y alcaldías de la jurisdicción que invirtió $4.100 millones en su primera fase.
El proyecto, enfocado en agroecología y resiliencia climática, benefició a 1.190 familias y 130 instituciones educativas con:
• 130 sistemas de riego por goteo para optimizar el agua.
• 1.320 biofábricas de insumos orgánicos.
• 24,6 hectáreas de cultivos ecológicos de fríjol y maíz.
• 288 hectáreas con plátano, árboles frutales y maderables.
• 6 ferias regionales de semillas y saberes ancestrales.
Según informó Cornare, el 57% de los beneficiarios fueron mujeres rurales, mientras que el 23,7% correspondió a personas en situación de discapacidad y adultos mayores, “promoviendo procesos comunitarios con enfoque de género y generacional”.
SANAR redujo la dependencia de agroquímicos, recuperó semillas nativas y protegió suelos, fortaleciendo la adaptación al cambio climático, «cada biofábrica y gota de agua reutilizada son pasos hacia un territorio soberano y sostenible”, destacó, Javier Valencia González, director de Cornare.
Durante el cierre de la primera fase se realizó una feria, hubo muestra de semillas, actividades culturales y paneles con comunidades. Cornare confirmó su compromiso para una segunda etapa.