Muy temprano este próximo martes, a las 7 de la mañana en el Archivo de Bogotá, se abrirá la Urna del Centenario, la cual fue sellada el 31 de octubre de 1911 con documentos y elementos representativos de dicha época.

No se sabe a ciencia cierta lo que contiene esta urna, pero se espera que se guarde allí, entre otros documentos, las memorias de lo que fueron las celebraciones del Centenario de la Independencia en Colombia.

Se trata de una caja fuerte elaborada por Fichet, empresa de origen francés. Se encontró el acta de cierre de esta urna, pero lo que no se encontró fue la llave de los candados.

Fue necesario convocar a especialistas de la empresa Fichet en Francia, para que se trasladaran a Colombia y poder revisar el candado para hacer una llave a medida.

«No sabemos nada de lo que pueda tener adentro, lo único que se conoce es un archivo que está en el Banco de la República (acta inaugural) (…) la caja fue diseñada por una compañía francesa», relató Gabriel Pardo García, director del Instituto de Patrimonio y de Cultura.

Algunos aseguran que su contenido pudo haber sido alterado en el Bogotazo, aunque varios historiadores no lo ven fiable, pues todo indica que la Urna estaba en el Palacio Municipal, sede del Concejo en aquel tiempo, y que según reportes no fue violentado durante los hechos.

En 1969 pasó a formar parte de la colección del naciente Museo de Desarrollo Urbano, convertido en el 2003 en el Museo de Bogotá.

Según datos encontrados, la idea de hacer una urna centenaria provino de una resolución dictada por la Comisión Nacional del Centenario. Pero finalmente fue el Concejo Municipal de Bogotá el que optó el 31 de octubre de 1910, en medio de una celebración solemne, sellar la urna con la condición de que tan sólo fuera abierta cien años después.

Para ello el Concejo de la época realizó una sesión extraordinaria que, según cuenta la historia, se convocó cerca de las ocho de la noche y a la que asistieron algunos de los concejales, así como el Alcalde, el Personero, el Director de Higiene y Salubridad y de Obras Públicas, el Tesorero Municipal y el Notario Segundo del circuito Julio Pinzón Escobar.

Estando ya preparados todos los documentos, libros, folletos y fotografías que se sospecha deben estar en la urna, se procedió a firmar el documento de la sesión sobre una hoja de pergamino en presencia del Notario Segundo.

Se dice que dentro de la caja hay tres llaves. «Una de las cuales será entregada al señor Presidente de la República, la otra, al Ilustrísimo Señor Arzobispo de Bogotá, y la tercera será depositada en la Notaría Segunda de este circuito. Junto con esta última llave protocolizará dicho Notario un duplicado de la presente acta», reza en el acta inaugural.

¿Qué elementos en detalle reposan en la caja? ¿Qué intentaron transmitirnos los bogotanos de aquellos días? ¿Cómo interpretar sus mensajes hoy, de cara a los nuevos desafíos históricos que se plantea la ciudad y la nación? Las respuestas a tan significativas preguntas tendrán algunas luces el martes 20 de julio de 2010, cuando a las siete de la mañana en el Archivo de Bogotá se abra la caja.

Fuente: Colprensa

Youtube channel embed plugin by jaspreetchahal.org