Aunque la construcción del túnel de Oriente sigue avanzando desde el reinicio de las obras, el 20 de agosto de 2014, el proyecto aún no convence a la Contraloría General de la Nación, que en su último informe sobre la obra, 15 de abril, de nuevo, hizo reparos ambientales por las afectaciones que, considera, sufrirán las fuentes hídricas de la zona.
En el documento, conocido por EL COLOMBIANO, la Contraloría expone que el proyecto, “según los parámetros de diseño planteados, presenta un riesgo alto sobre el componente hídrico e hidrológico del área de influencia”.
Añade que “esta decisión se fundamenta, además de lo anteriormente mencionado, en la extrapolación de los daños ambientales evaluados y documentados por el presente ente de control en un proyecto equivalente al Túnel de la Línea, cuyo planteamiento para el manejo de vertimientos industriales, en palabras propias del concesionario ‘es idéntico al propuesto para el Túnel de Oriente’”, documento firmado por la Contralora Delegada para el Medio Ambiente, Carolina Montes Cortés.
En el año 2012, la Contraloría había presentado un informe con varios hallazgos por presuntas irregularidades en el otorgamiento de la licencia ambiental por parte de la corporación ambiental Cornare. Y en junio 19 de 2014, en otro informe con copia al Ministerio del Medio Ambiente, la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (Anla), la Unidad de Parques Nacionales y otras entidades ambientales, había advertido sobre “el riesgo a que están expuestos los recursos hídricos a lo largo de la construcción de los túneles Seminario y Santa Elena”.
Para María Teresa Restrepo, vocera de la Veeduría al Túnel, este nuevo documento emitido por la Contraloría recoge conceptos anteriores, “con 31 puntos de mucha envergadura, incluso con copias para la apertura de procesos disciplinarios remitidos a la Procuraduría a los que hasta ahora no ha dado ninguna respuesta”.
Opina la señora Restrepo que lo que hace la Contraloría es “seguir considerando que la parte ambiental es la más crítica del proyecto”, que afectará cuencas como las de las quebradas Santa Elena, La Honda y La Yarumala, “que son verdaderas despensas de agua que surten acueductos de Medellín, Guarne y Rionegro”.
Avances de obra
Entre tanto, la Secretaría de Infraestructura nos remitió un informe presentado por su titular, Rafael Nanclares, en sesión de la Asamblea Departamental el pasado 6 de abril, en el que sintetiza los apartes del proyecto y el avance de obra.
A la fecha, las excavaciones registraban un avance de 179 metros del portal oriental, además de la cobertura de la quebrada La Aguadita, para la conformación de la vía y plazoleta de servicio.
En el sector occidental, que incluye vías y puentes a cielo abierto, se iniciaron obras en octubre de 2014 y se había avanzado en la excavación y afirmado de la vía industrial.
El proyecto tenía un avance del 2,2% de un total de 8.2 kilómetros de túnel, el cual tendrá dos tubos: uno de uso y otro de evacuación o de reserva y para uso futuro, como lo exigen las normas internacionales para estructuras de esta dimensión. Tendrá otro túnel de 786 metros por el costado occidental. No obstante, no fue posible entrar al proyecto y verificar sobre el terreno sus avances.
Fuente: Elcolombiano.com