Si va a Rionegro y le da por practicar pesca, créalo: echando redes puede sacar truchas, carpas y sabaletas.
Esto, que hace unos meses no era posible, ahora es toda una realidad, pues un empeño de su alcalde, Alcides Tobón Echeverry, fue recuperar el Río Negro, que cruza el municipio, como el eje estructurante del crecimiento de esta localidad del Oriente.
Y a fe que lo logró. Con una inversión de 25 mil millones de pesos, el afluente -aunque no se ve cristalino cuando serpentea por el pueblo- lleva sus aguas limpias y las señales de vida se las dan los animales que llenan las redes de los pescadores.
La obra hace parte del Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado e incluyó la recuperación de las quebradas El Pozo, La Subachoque y La Herradura, además de La Pereira, que ya se ve cristalina descender por la zona urbana. Las otras están en proceso «y con ellas quedamos con el río cien por ciento saneado», comentó el Alcalde, que con obras como esta busca hacer una contención al creciente urbanismo.
El saneamiento del río es parte de una obra mayor que generará un espacio de ciudad que hace algunos años allí ni lo soñaban: el Parque Lineal del Río Negro, que él se imagina desde Marinilla hasta la vereda El Tablazo.
Este proyecto está asociado a la peatonalización la Calle de la Convención, que involucra un corredor por el sector histórico que conecta con el Parque Lineal y que generará un espacio verde de 10 metros por habitante, cuando hoy está en 1,4.
Ciudadanos felices
Gladys Cifuentes, en el barrio El Porvenir, dice sentirse feliz en Rionegro, pues si bien reconoce que ha crecido en población, no se ha descuidado el espacio verde.
«Se ven las obras. En mi barrio hay mucho verde, mucha agua, y la misma gente cuidamos esa naturaleza», dice y lleva del brazo a su nieta de seis años que acaba de salir del colegio.
Es a esos niños a los que se les quiere dejar un legado de respeto por el espacio verde, a pesar de que cada vez el municipio es más ciudad.
Alejandra Baena y Tatiana Franco, de 8 años y que van de la mano como las mejores amiguitas del colegio, comentan que nacieron allí y están amañadas porque tienen espacio para jugar y disfrutar la naturaleza.
«Nos gustan los árboles y a veces nos vamos para el lago de El Porvenir, que es muy bonito», dijeron las niñas.
En efecto, en este sector, el más populoso de Rionegro, pues habitan más de 35 mil personas de unos 10 barrios, es donde más se siente el fresco del ambiente.
Hay un lago al que la Alcaldía le puso cerca y le construyó un sendero en piedra bordeado con árboles para que la gente camine entre él y el río y experimente un encuentro con la naturaleza.
«Se le van a meter patos, peces y balsitas para que se llene más de vida», comentó Andrés Aristizábal.
Otro proyecto asociado es la construcción del Campo Ecuestre, que será abierto al público e incluirá programas para niños y adultos «será un campo como no hay otro en Suramérica», dice el Alcalde.
También se adquirió la finca La Mellizas, un predio de 15 hectáreas que ya está disponible para la gente y donde se harán obras de paisajismo y proyectos ambientales, en asocio con otras entidades.
Por el momento, se debate una revisión al POT (Plan de Ordenamiento Territorial) para regular el crecimiento, que cada zona quede definida y, como lo sueñan los rionegreros y así lo interpreta el Alcalde, «el Valle de San Nicolás siga siendo un paraíso verde».