Este miércoles 20 de octubre, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, radicó ante el Congreso de la República la reforma tributaria que pretende establecer modificaciones en los impuestos que se pagan al Estado. Esta reforma ha suscitado polémica en diversos sectores de la sociedad colombiana, algunos de los cuales consideran que el incremento en los impuestos puede perjudicar ciertas actividades comerciales e incluso la canasta básica.
Uno de los puntos neurálgicos de esta reforma es el de la declaración de renta, que debe ser realizada por personas que devenguen salarios a partir de los 2.750.000 pesos mensuales. Actualmente declaran renta quienes ganan más de 3.400.000 pesos mensuales. El texto pretende sancionar a quienes oculten bienes o evadan impuestos con penas entre los 48 y los 108 meses de cárcel.
Otro aspecto que generó polémica fue la posibilidad de que las iglesias, fundaciones y otras entidades sin ánimo de lucro tuvieran que pagar renta, sin embargo, de acuerdo con el texto, éstas no tendrán que hacerlo si la Dian comprueba que desempeñan una función benéfica.
El gobierno aspira a recaudar cuatro billones de pesos adicionales en el 2017 y ocho billones en el 2018. “Esta reforma tiene dos objetivos: tenemos que asegurarnos que el sector productivo genere trabajos formales, eso es lo que más le preocupa al padre de familia. Y, además, necesitamos una economía con estímulos para generarlos”, explicó el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas.