La Gobernación de Antioquia, a través de la Secretaría de Productividad y Competitividad y la Dirección de Planeación; la Alcaldía de Medellín; la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia; la Universidad Nacional; la Universidad EAFIT; la Universidad EIA; el Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario; la Universidad de Antioquia y Proantioquia, se aliaron para analizar los efectos económicos y sociales de la crisis de la COVID-19 y sugerir alternativas de Política para Medellín y el resto de municipios del departamento.
El estudio advierte que para Colombia, en el mejor de los escenarios, la economía se contraería un 1.9% en 2020. Este escenario se materializaría manteniendo unas políticas de contención estrictas para la etapa más severa de la pandemia e incorporando las políticas de mitigación que ha anunciado el gobierno nacional. De no hacerlo, la caída podría alcanzar hasta un -3.9%.
De igual forma señala que esta cuarentena, a cifras de mediados de abril, tiene un costo potencial en términos de producción para Antioquia de cerca de $166.000 millones diarios, de los cuales $84.000 millones corresponden a Medellín.
En términos de empleo, el estudio dice que 1.172.410 no pueden desempeñar sus labores debido a la crisis. Frente a esto, se advierte que la pérdida de estos empleos implicaría un aumento en el porcentaje de hogares pobres en Antioquia desde el 5.7% actual hasta el 20%. Es decir, están en riesgo los avances en materia social de los últimos 20 años del departamento y la ciudad, pues este número es cercano al que tenía la región en el año 2002.
En Antioquia, más del 86% de las empresas registradas son microempresas y sólo el 1% grandes empresas; las mipymes generan cerca del 30% del empleo de la ciudad, valor muy cercano al que genera la gran empresa. Si se asumiera que el 20% de las microempresas del departamento tuviesen que cerrar producto de esta crisis, y tomando en cuenta su estructura promedio en términos de empleo y activos, se perderían cerca de 146.000 empleos y activos por $1 billón.
Con base en estas consideraciones, el estudio esboza tres líneas de acción fundamentales para el manejo futuro de esta crisis, buscando minimizar los costos en materia de salud pública y economía. Se trata del fortalecimiento de la red hospitalaria, masificación de pruebas y desarrollo de nuevos métodos de seguimiento y control de infectados; la reactivación económica gradual, segura y controlada, y el desarrollo de redes públicas de seguridad y asistencia social a población vulnerable y mipymes.