El Ministerio de Agricultura ha solicitado al municipio de San Luis cerrar la planta de beneficio animal de la localidad, por no contar con las condiciones de salubridad necesarias para su correcto funcionamiento. De acuerdo con el ente público, el establecimiento viola el decreto 15000 de 2007, en el cual se formula el reglamento técnico para la inspección, vigilancia y control de la carne.
El alcalde de San Luis, José Maximino Castaño, se mostró inconforme con la decisión tomada por el ministerio, manifestando que el cierre de esta planta conllevaría muchos problemas para la localidad. “Yo veo con mucha preocupación que el gobierno nacional nos obligue a cerrar la planta de sacrificio, ya que eso incrementaría el sacrificio clandestino de porcinos y de bovinos para el consumo humano”.
De igual modo, el mandatario describió las condiciones en las que se encuentra actualmente el establecimiento:“En el municipio tenemos una planta de beneficio de bovino y porcino que cumple medianamente con los requisitos exigidos por el Invima, con una inversión del gobierno departamental en el 2006. Pero San Luis está muy alejado de Doradal y del mismo Marinilla que sería la planta más cercana”.
También dijo Castaño que las consecuencias económicas de esta decisión serían muy negativas. “Entonces un pobre campesino ya no puede engordar un cerdo porque el flete para llevarlo vivo a la planta de sacrificio y después traerlo no lo va a asumir el carnicero; lo asume el dueño del animal y el últimas el consumidor”.
Ante esta problemática, el gobernador de Antioquia, Luis Pérez, solicitó que se prorrogue el cierre de la planta, mientras se adecúa a las condiciones exigidas por los entes de control de sanidad. El alcalde dijo estar de acuerdo con el mandatario departamental. “Que nos den siquiera un añito para ajustarnos al decreto en estos municipios que quedan más alejados de las plantas que van a dejar abiertas”.
No sólo San Luis podría sufrir el cierre de su matadero, pues otros municipios se encuentran en el mismo proceso de revisión de las condiciones sanitarias. Alfredo Morales, representante de una asociación de carniceros de San Vicente Ferrer, se mostró preocupado por las recomendaciones hechas por el Invima. “Si nos van a cerrar el matadero, el decir aquí es que todos vamos para el campo. Nos tocaría volver al método antiguo, eso es quitarle un pedacito de carne al pobre”.