Benilda Aztaiza, 48 años de edad, falleció el pasado 19 de mayo después someterse a una cirugía estética de alta complejidad en una clínica privada al sur de Cali. Liposucción, abdominoplastia y lipoinyección en glúteos fueron los procedimientoQs. De eso solo quedaron escalofríos, debilidad en los brazos, mareos y al final la muerte.
Cada mes muere una persona por cirugías plásticas mal practicadas en el país. En 2016 van 12 muertes. Las estadísticas las ha recopilado el senador Jorge Iván Ospina (Alianza Verde), quien desde 2014 impulsa un proyecto de Ley para reglamentar las cirugías estéticas. Lograrlo no ha sido fácil. Esta semana se discutirá su propuesta en la Cámara de Representantes y un grupo de médicos asistirá para oponerse, como lo ha hecho en los últimos meses.
De fondo hay una silenciosa batalla entre la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (Sccp) y un grupo de médicos liderados porDaniel Correa, cirujano plástico que trabaja en Medellín. Correa y otros médicos que no están afiliados a esta sociedad denunciaron ante la Fiscalía una supuesta persecución de la Sociedad en su contra.
El 16 de mayo pasado, el Ministerio de Educación se vio obligado a disponer de una delegación para confirmar los títulos de 44 cirujanos plásticos que estudiaron en las universidades: San Marcos (Perú); Buenos Aires (Argentina); Veiga de Almeida (Brasil) y Nacional de La Plata (Argentina).
El resultado de la investigación en Brasil lo dio a conocer ante la prensa la ministra Gina Parody: “El programa sí existía, existe la Universidad, existe el curso y los títulos. No hubo títulos falsos en el tema de Brasil”.
Crece la disputa
Daniel Correa, también médico con especialización en Brasil, interpuso la demanda. Según él, la Sociedad “compró pruebas” a periodistas para desprestigiar a clínicas y médicos. “Desde 2009 habían comprado a un senador para que les ayudara con la Ley de Cirugía Plástica. Si se aprueba la Ley queda el monopolio en la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica”. Como pruebas, Correa adjuntó unos audios en los que se escucha al expresidente de la Sccp, Luis Botero, en las que dice “yo me reúno con la junta y le digo, hay un ‘bombazo’ muy grande, me van a dar todas las pruebas pero esas pruebas valen plata”.
También hay una voz adulterada, que según Correa es la de un periodista que ayudó a filtrar fragmentos de la grabación. El próximo 13 de junio, Correa asistirá con su equipo de abogados al Concejo de Medellín: “Voy a confrontar al concejalBernardo Alejandro Guerra porque fue el que en un principio dijo que los títulos de Brasil no eran verdaderos”. Sobre el tema, el concejal ha calificado como “una infamia” las afirmaciones de Correa. Solo hasta el 13 se escucharán ambas partes.
Para el cirujano Correa, la Ley de Cirugía Plástica desplaza a algunos médicos que, como él, se han especializado en cirugía con modelos educativos distintos, como el de Brasil: “Esos posgrados tienen la ventaja de que le permiten a uno organizar el tiempo. Nos dieron la posibilidad de estar viajando pero igual de cumplir los créditos. Los posgrados son avalados por el Ministerio de Educación y Cultura y están apostillados. Queremos que nos dejen trabajar”.
Trabajo sí, pero con rigor
Lo primero que precisa Lina María Triana, presidenta de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, es que las grabaciones donde habla el doctor Luis Boteroestán descontextualizadas: “Es importante que se respete el contexto, lo que han mostrado son frases sueltas. Estamos haciendo investigaciones al respecto pero son frases que no se muestran en el contexto real”.
Dijo, además, que no es cierto que la Sociedad quiera monopolizar las cirugías plásticas: “Queremos que los pacientes tengan menos riesgos. Pedimos que sean especialistas los que practiquen las cirugías, que se realice el procedimiento en un sitio donde exista certificación y que se hagan los chequeos correctos y un plan quirúrgico”.
Triana prefiere ser cautelosa con el tema de los cirujanos que estudiaron en Brasil: “Se necesita cumplir ciertas competencias, como cumplir con cuatro años de dedicación exclusiva al estudio de la cirugía plástica”. En los casos de algunos estudiantes de Brasil, la especialización en cirugía plástica puede durar entre cuatro y cinco meses.
Alrededor de 700 cirujanos están agremiados en la Sociedad que Triana preside. Para ingresar, deben cumplir con unos requisitos que contempla el proyecto de Ley de Cirugía Plástica. “Nosotros no estamos trabajando por ningún monopolio, trabajamos por disminuir el riesgo de los pacientes”, concluyó.
El senador Jorge Iván Ospina aceptó que la Sociedad lo ha acompañado en la construcción del proyecto de Ley, así como otras agremiaciones de oftalmólogos, dermatólogos, entre otros. “Colombia es el quinto productor mundial de cirugías estéticas y plásticas y el segundo en Latinoamérica después de Brasil. Se desarrollan cerca de 380 mil cirugías por año, entre procedimientos mínimamente invasivos, medianamente invasivos y de alta complejidad. El hecho de que haya una alta demanda ha significado que personas irresponsables adelanten prácticas de cirugías, generando una muerte mensual”.
El proyecto de Ley no designa a la Sccp como ente regulador de cirugías, sino que solicita la creación de un Consejo Asesor de Cirugía Estética y Plástica, en el que participarían entidades científicas y gubernamentales. Impone nuevas reglas para los cirujanos plásticos. Si se aprueba, cada uno deberá informarle al paciente las características de la cirugía, las posibles complicaciones y los alcances de la mismas. Cada paciente deberá contar con una póliza que garantice el pago de futuras complicaciones si se presentan.
Establece, además, sanciones hasta de 5.000 salarios mínimos para los hospitales que permitan que el personal no calificado practique cirugías plásticas. Por último insta al Ministerio de Salud a crear un Registro Único Nacional de cirujanos plásticos, donde aparezca el nivel educativo y la experiencia profesional.
Sobre la polémica con el cirujano Daniel Correa, el senador explica que el problema radica “en el desarrollo de una nueva corriente: la medicina estética, que va muy orientada a procedimientos mínimamente invasivos, no de alta complejidad. Un médico estético que no recibió formación amplia en procedimientos de mediana y alta complejidad no debe realizar cirugías complejas. Usted no puede irse unos fines de semana a otro país y decir que es médico cirujano porque vio cursos de medicina estética”.