Mi mayor sueño es crecer mucho a nivel personal y empresarial, expresa Javier López, un granadino que la violencia lo obligo a abandonar la tranquilidad de su finca en el año 2002 y buscar nuevos horizontes, “el primer lugar donde llegué fue a Granada, de ahí me fui para Medellín, y luego a Bogotá, de allí retorné acá”.
Javi, como es conocido, con su bigote particular, estatura media, ojos color miel, todos los días se levantaba pensando en una idea que le diera empleo a él y a sus paisanos, “hasta que un día se me ocurrió crear una fábrica de balones y así generar trabajo, ya que en el municipio hay muy pocas oportunidades laborales, y acá es muy bueno para vivir, muy tranquilo”, dice López.
Javier, pensó que podía generar empleo, pero no solo en su fábrica sino también desde las fincas, “yo quería que las personas del campo también pudieran armar balones desde la comodidad, tranquilidad de sus fincas y así no se tuvieran que ir para las ciudades por falta de trabajo y así aportar a la economía de sus casas”.
Para él, lo primordial es estar ocupado en la fábrica de balones, ya que de él dependen varios procesos iniciales que hacen posible que sus trabajadores puedan culminar la fabricación del balón, por eso no le queda mucho tiempo libre, “soy muy ocupado acá en la fábrica, ya en la noche soy proyectándome para el otro día”.
Con una mirada perdida al infinito, como si se devolviera a experiencias pasadas, expresa “no soy una persona de pensar en un futuro, porque el futuro solo lo tiene Dios, yo voy pensando que debo hacer ya, porque muchas veces pensamos en un futuro muy lejano y no alcanzamos a llegar allá, más que todo vivo de la realidad.
“Soy contento compartiendo con mi esposa, mi hija Manchis, y cubrirles las necesidades a muchas personas que lo necesitan, yo soy muy feliz cuando una persona me dice, ve Javi necesito esto y yo poderle ayudar”.
Para él, hacer balones, significa futuro, proyectos, anhelos para los niños, “porque muchas veces usted ve un balón en la calle y ahí ve 8, 10 niños, va a un coliseo y lo encuentra lleno de muchas personas jugando, con qué… con un balón, y es muy satisfactorio hacer con lo que esos niños sienten tanta felicidad y saber que además está aportando económicamente a esas personas”.
Fuente: DesdeGranada