La época de bonanza de El Carmen de Viboral se cuenta desde las historias de aquellos ceramistas de principios del siglo pasado, que con su trabajo con el barro sobrevivieron y levantaron sus familias; hasta que la apertura del mercado, la invasión de la loza china caracterizada por el plástico y los estampados, así como el desencadenamiento de una profunda crisis económica mundial, condicionaron la quiebra de las empresas ceramistas más reconocidas de este pueblo.
Desde entonces, la alfarería dejó de ser aquel renglón económico que determinaba el modo de vida en el valle de las carmelitas y las víboras. Los campesinos vieron en el cultivo del maíz, el frijol y la papa otras formas de subsistir.
No obstante, y casi ocho décadas después, algunos carmelitanos herederos de la tradición artesanal o simplemente apasionados por la alfarería, continúan dando forma al barro con sus manos y decorando con pinceladas, poco arbitrarias, los pocillos y tazas donde hoy muchos toman manzanilla o café. Para ellos es un asunto de vocación o legado familiar.
Para homenajear a los artesanos de antes y de ahora en 2006 se creó la Calle de la Cerámica, un espacio artístico que desde su gestación, buscaba ser un atractivo turístico del municipio que inculcara a los habitantes por segunda vez y para siempre los arraigos a la loza y a la tradición.
Hoy esta calle está atiborrada de ruidos de carros en el trajín del cargue y el descargue para el abastecimiento de los negocios, y los implacables gritos para el perifoneo de los productos callejeros: lotería, frutas, carnes y demás. La que antes era conocida como la Calle del Comercio de El Carmen de Viboral; ahora aloja hermosos mosaicos y fachadas que con platos delicadamente decorados buscan integrar la loza artesanal al diario vivir de un pueblo antiguamente ceramista.
Entre la gestión y el arraigo popular
Después de que el reconocido artista José Ignacio Vélez, acompañado de un grupo de artesanos, pintara con flores las fachadas de la antigua calle comercial, los carmelitanos empezaron a ver en este espacio, adornado con vajillas y algunos poemas de José Manuel Arango, un reconocimiento de su identidad colectiva.
Pese a que este espacio no se valore principalmente desde su sentido estético, como obra de arte propiamente dicha, personas de a pie como el lotero, Francisco Jiménez Gómez y algunos ancianos que coinciden en el lugar, reconocen su belleza y el cambio que significó su carácter peatonal para el sector más comercial de El Carmen: “Por aquí antes habían muchos accidentes, pasaban los carros, las bicicletas, las motos… los niños no podían jugar. Ahora así si es muy bueno”.
Actualmente, seis años después de la inauguración de este espacio, se ha venido gestando una discusión enfocada en la protección y conservación de La Calle de la Cerámica. Por ser una obra de arte callejera, precisamente para la exposición e interacción pública permanente, la Oficina de Turismo Municipal y la Secretaría de Desarrollo Turístico de Antioquia, resaltan la necesidad de crear un “Plan de Manejo y Conservación” que garantice el mantenimiento de la obra y el cumplimiento de las fases siguientes, lo cual está contemplado en el Plan de Desarrollo Cultural Municipal 2005-2015 “El Carmen de Viboral con vida cultural”.
Desde las campañas de educación y la formación de cultura ciudadana que contemplará este programa de Conservación, se pretende generar interés y apropiación por parte de los carmelitanos hacia la calle peatonal que vive en sí misma la cultura del engobe y horneado del barro, aclara Dairo Zuluaga Zuluaga, Coordinador de la Oficina de Turismo municipal.
Este Plan tiene un costo cercano a los 100 millones de pesos, por lo que la Gobernación de Antioquia y el Ministerio Nacional de Cultura han propuesto la financiación de proyectos a través de la consecución de recursos con el IVA de la telefonía celular; una propuesta que todavía sigue en estudio, según el Director del Instituto de Cultura de El Carmen de Viboral, el contador Daniel Rojas.
Fuente: Corresponsal Laura Zuluaga Mejía . OrienteApress