En el marco del “año de la Misericordia” instaurado por el papa Francisco, ha sido inaugurada en Rionegro la casa La Misericordia, una obra de la diócesis que pretende dar acogida a las personas que necesiten hospedarse temporalmente en el municipio y no tengan dónde hacerlo. El presbítero Pedro Pablo Ospina explicó de qué se trata la obra. “En Rionegro, entre muchas situaciones que se presentan, está la de que vienen personas desde lejos de la diócesis, o de lugares muy retirados con sus pacientes a los hospitales y no tienen dónde quedarse. Esta va a ser una casa de acogida al peregrino”.
De igual modo, el sacerdote enfatizó en que los servicios de la casa La Misericordia está dirigida principalmente a quienes acompañan a los enfermos en los hospitales. Estas personas pueden acceder a la casa por medio de la trabajadora social o del capellán del hospital regional San Juan de Dios, en cuyos alrededores está ubicada la obra. “También vamos a mirar cómo los párrocos de estas parroquias alejadas nos pueden remitir a estas personas que vienen con un paciente a Rionegro y que necesitan una atención especial”.
Durante estos primeros días de funcionamiento de la casa, se utilizará tan solo una parte de su capacidad, pero luego se espera que pueda albergar a una mayor cantidad de personas. “La casa tiene capacidad para 40 personas, pero monseñor Fidel nos ha dicho que iniciemos con 20”, finalizó el sacerdote.