Recorriendo las veredas del municipio de Guatapé, llegamos al Rosario y el Centro Educativo Rural “El Tronco”, allí entre los niños y el docente se encontraba una persona que nos llamó la atención, era Martha Herrera, quien a sus 59 años decidió ir a la escuela de esta vereda, para aprender a leer y escribir.
“Me animo a venir, porque no sabía ni leer ni escribir, gracias a Dios ya se leer, pero, escribir dictado no, pero ya se escribir muchas letras la esperanza es de aprender; ya casi me aprendo las tablas de multiplicar”.
Para Martha es difícil dejar sus quehaceres para ir a estudiar, para después regresar a terminarlos, “Siempre es como para uno, cumplir dos obligaciones”.
“Desde que el profesor Octavio Atehortúa, enseñaba en la vereda tenía la intención de entrar a aprender, y ahora que estoy cerquita a la carretera me vine para la escuela a prender.”
Dice que el profesor Rafael es muy muy bueno, que está muy contenta con él, por qué siempre tiene calma para enseñarle; “uno viejo como que ya casi no aprende”.
En la actualidad es la única persona mayor de edad que se encuentra en la escuela de la vereda el Rosario con los cuales comparte; “me siento muy alta, pues, con los niños, me da pena, ellos me gozan pero yo tengo calma, para eso estoy estudiando”.
Esta es una muestra, un ejemplo a seguir, de una persona que a pesar de su edad decide ir por el rumbo de la educación, porque nunca es tarde para aprender, ir en busca de nuevos aprendizajes y dejar a un lado el analfabetismo y más en la era en la cual vivimos, la de las tecnologías de la comunicación y la información.
Para finalizar Martha entrega el mensaje para todas las personas, “Que no pierdan la oportunidad, uno tiende derecho a seguir estudiando, después de que le enseñen a uno ¿Por qué no?, a todos los que no sepan escribir que aprovechen y se animen”
Trabajo Periodístico de Wilson Jiménez
Fuente: www.desdeguatape.com