Cuando el proceso de paz con las Farc entró a una etapa definitiva de “no retorno”, el Gobierno definió que ahora la mayor amenaza para la seguridad nacional es el crimen organizado.

El presidente Juan Manuel Santos declaró hace una semana, después de una reunión con sus negociadores en La Habana, que “la lucha contra las bandas criminales será una de las prioridades”, y ordenó a sus generales que cada ocho días se reúnan con los delegados de la Fiscalía para analizar las mejores estrategias.

Para la Dirección de Fiscalías contra el Crimen Organizado, las principales estructuras mafiosas siguen siendo “los Urabeños” (con 2.700 integrantes aproximadamente), “los Rastrojos” (450), “Libertadores del Vichada” (80) y “Bloque Meta” (80).

A estas agrupaciones, llamadas “estructuras de primer nivel” por delinquir en más de un departamento, se suman otras bandas que aparentemente tienen menor envergadura, pero administran redes en el crimen transnacional y ejecutan acciones de control social en los territorios donde operan: “la Oficina” (Valle de Aburrá), “la Constru” (Putumayo), “la Empresa” (Buenaventura), “la Cordillera” (Eje Cafetero), “los Pachenca” (Magdalena) y la disidencia del Epl autodenominada Frente Libardo Mora Toro (Catatumbo), que continúa activa después de la muerte de su jefe “Megateo”, a finales del año pasado.

Son estas facciones las mayores generadoras de homicidios, extorsiones, narcotráfico, minería ilegal, hurtos agravados, desplazamiento y desaparición forzada.

El ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, tras un consejo de seguridad en el Eje Cafetero el pasado viernes, comentó que “hay un grave problema de crimen organizado: no es solo ‘el Chapo’ Guzmán, sino también la banda de seis delincuentes que atraca organizadamente en cualquier parte de Colombia”.

Instó a los jueces y fiscales a que traten esos grupos como delincuencia organizada y no solo los procesen por hurto u homicidio, sino también por concierto para delinquir.

Según el vicefiscal general, Jorge Perdomo, en el año 2015 el ente acusador identificó 1.883 bandas en el país, de mayor y menor importancia, que se dedican principalmente al hurto (667), el microtráfico de drogas (524), la extorsión (287), el sicariato (151) y el terrorismo (77).

Las prioridades de 2016

Diferentes funcionarios de organismos encargados de la lucha contra el crimen organizado (Dijín, Antinarcóticos, Inteligencia y Fiscalía), para establecer cuáles serán los pilares de la lucha contra ese flagelo en 2016.

En cuestión de territorios, los Llanos Orientales, el Pacífico, Urabá y las fronteras con Ecuador y Venezuela concentran la atención de los investigadores, por lo que está en juego y los actores inmersos.

En cuanto a política criminal, serán determinantes los avances en la legislación sobre los bombardeos a sedes de las bandas y la eventual negociación de sometimientos con esas facciones; también la cooperación con las autoridades de E.U. y Venezuela, donde las mafias colombianas tienen fuertes intereses.

La presión ejercida desde La Habana será determinante, pues el Gobierno ha prometido garantías de seguridad para la desmovilización de las Farc, y estos exigieron pruebas en el combate al crimen organizado y los vestigios del paramilitarismo.

Fuente:Elcolombiano.com

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