Para muchas personas, el anochecer del domingo 10 de abril se convirtió en momentos de susto, desesperación e impotencia, al ver que en sólo 10 minutos sus techos se derrumbaban y corrían por los aires dejando al descubierto unas 70 viviendas.
Un fuerte aguacero, que duró más dos horas, trajo como consecuencias, fuera de los techos derribados, graves inundaciones en viviendas, en la Institución Educativa Santa Teresa y en la urbanización Villa Flor, donde habitan unas 80 familias y cuyas aguas de alcantarilla corrían sin ningún control por los primeros pisos, trayendo fuertes olores y provocando inmediatamente el desalojo de las viviendas.
Aunque en Argelia han sido tradicionales los fuertes aguaceros, esta vez el vendaval arrasó con gran cantidad de árboles, que a su vez destruyeron algunas redes eléctricas, como es el caso de las antiguas instalaciones del Hogar Juvenil Campesino.
En otros casos, muchas familias perdieron algunas pertenencias, como equipos de sonido, televisores y computadores, al caerles gran cantidad de agua y sin tener tiempo para protegerlos.
Uno de los casos más críticos se presentó en una vivienda donde una persona con limitaciones de movilidad recibió las inclemencias del aguacero y sólo en la noche, con la colaboración de algunos vecinos, pudo ser socorrida y trasladada a un lugar seguro.
Mientras tanto, en el sector rural la mayoría de caminos quedaron intransitables. Las brechas de las calles del área urbana, que no están pavimentadas y por donde recién se colocaron las redes del acueducto, quedaron prácticamente al descubierto. Al igual que la Institución Santa Teresa, 10 escuelas rurales también fueron afectadas.
Desde la Alcaldía y desde el Dapard se espera que se le dé pronta atención a los damnificados.
Información: Ilder Osorio.